Comín estrena voto en otro pleno diseñado para cargar contra Rajoy
La mayoría independentista ignora las peticiones de reconsiderar el voto a distancia de Comín y acepta aprobar finalmente el retorno de la paga de 2012
El guión de la actual fase de estancamiento y bloqueo institucional del procés sigue viniendo telegrafiado de antemano. Este miércoles, antes del pleno, tocaba que la mesa del Parlament reconsiderara el visto bueno dado el martes al voto delegado del ex conseller Toni Comín. Y, como era de esperar, lo ha ratificado. El voto a distancia de Comín se ha estrenado pocos minutos después, como en el caso de Puigdemont, en votaciones en las que resulta irrelevante. Las primeras, efectuadas conjuntamente, las de los dos últimos informes del cumplimiento del gasto presupuestario del Parlament, los de julio y diciembre del año pasado, aún pendientes de validar. Meros trámites aprobados con 131 votos a favor y cuatro abstenciones, las de la CUP.
La previsibilidad también afecta a los dos principales asuntos que motivaban la celebración del nuevamente insulso pleno de hoy: las validaciones de dos decretos ley que no podían dilatarse más: uno para hacer frente a necesidades financieras durante la prórroga presupuestaria y, sobre todo, el que fija el retorno de la paga extra de 2012 que los funcionarios no cobraron en su día.
Memorial de agravios
Estos dos asuntos ya iban en el orden del día del anterior pleno, celebrado el 5 de abril, pero la mayoría independentista en la junta de portavoces forzó su retirada a última hora con el argumento de que, en virtud de la aplicación del artículo 155, a quien correspondería defenderlo en la cámara es al gobierno central. Entonces Junts per Catalunya (JpC) esgrimió que se trataba exigir la asistencia de algún representante del ejecutivo de Mariano Rajoy, y que se había solicitado un informe a los servicios jurídicos para determinar si esa asistencia era preceptiva.
La cuestión es que el plazo para validar la devolución de la paga de 2012 de manera que esta pudiera ser devuelta en la fecha prevista y sin más dilaciones, es decir, a final de este mes de abril, acaba mañana jueves, día 26. Y también en este asunto, como está pasando con el tema de la investidura, la idea del bloque soberanista, perfectamente consciente de que nadie comparecería en nombre del gobierno, era exprimir los plazos para tratar de poner en evidencia al ejecutivo de Rajoy y seguir cargándose de razones.
El pleno derivó en un farragoso debate sobre la pertinencia o no de haber pospuesto la aprobación del decreto en cuestión
La votación era lo de menos: el decreto se ha ratificado con 134 votos a favor, ninguna abstención y ningún voto en contra, el mismo resultado que se habría conseguido hace tres semanas. Y lo mismo vale para el decreto sobre la prórroga presupuestaria, ratificado con 122 votos favorables, 4 en contra de la CUP y 8 abstenciones de Catalunya en Comú. Lo que contaba era armar otra sesión como memorial de agravios por el 155.
El planteamiento lo ha sintetizado en la sesión de este miércoles el diputado de JpC Marc Solsona: “El gobierno del 155 no comparece ante esta cámara porque no quiere. Menosprecian al Parlament y firman decretos a distancia sin comparecer. ¿En señal de qué? ¿De autoridad, de poder o de menosprecio”. Así pues, el pleno derivó en un farragoso debate sobre la pertinencia o no de mantener el actual bloqueo y de haber pospuesto la aprobación del decreto en cuestión. Y si para el soberanismo la maniobra era necesaria y no ha supuesto ninguna delación en el retorno de la paga, para el resto, no ha pasado de gesticulación.
Recurso de amparo
Antes de la sesión, la mesa ha abordado tres peticiones de reconsideración del voto delegado de Comín, provenientes de Cs, PSC y PP, a los que la mayoría independentista en la mesa ha hecho oídos sordos. Inmediatamente después de la reunión, la líder de Cs, Inés Arrimadas, ha anunciado que presentará un recurso de amparo contra la decisión al Tribunal Constitucional (TC).
El PSC ya anunció, en cambio, que no lo haría. Los socialistas entienden, como los de Arrimadas, que la decisión contradice las medidas cautelares fijadas por el TC en enero para frenar el primer intento de investidura del ex president Carles Puigdemont, que establecían que los diputados con una orden de busca y captura dictada contra ellos no pueden delegar el voto. Pero consideran también que su actuación acaba con la petición de reconsideración.
Rajoy está más interesado en que se forme un gobierno efectivo en Cataluña que en presentar batalla contra los votos delegados
Tampoco hay noticia de que vaya a intentar nada más el PP. Ni Rajoy, mas interesado en que se forme un gobierno efectivo en Cataluña que en presentar batalla contra los votos delegados de Comín y Puigdemont, sin los cuales, no salen los números para investir a ningún candidato antes del 22 de mayo, lo que precipitaría unas nuevas elecciones que el presidente del gobierno prefiere evitar.