Puigdemont desquicia a Rajoy y a Junqueras con su calendario
Puigdemont sigue sus planes para forzar una investidura a distancia a mediados de mayo, ERC exige evitar un final 'in extremis' y Rajoy se encoge de hombros
La Asemblea Nacional Catalana (ANC) tiene en su página web un contador con los días que llevan encarcelados los dirigentes independentistas. No tiene, en cambio, ninguna cuenta sobre los días que faltan para la convocatoria automática de elecciones. Y la verdad es que no faltan muchos: 27. El tema preocupa a la mayoría de partidos (constitucionalistas y soberanistas), que querrían evitar otro paso por las urnas, pero no a Carles Puigdemont, que ha logrado imponer su calendario y desquiciar a todos, comenzando por Oriol Junqueras (ERC) y acabando por Mariano Rajoy.
Puigdemont amenaza con sacar de sus casillas a Junqueras y a sus muchachos con sus planes para aprobar la semana que viene en el Parlament la reforma de la ley de Presidencia, que permitiría investir a distancia a Jordi Sànchez —su candidatura, cabe recordarlo, se mantiene en pie—. ERC tan siquiera cree que dé tiempo a colocar en el pleno del próximo 2,3 de mayo la mencionada reforma. «Se me hace difícil pensar que sea posible este calendario», admitió este martes el portavoz de Esquerra, Sergi Sabrià.
El Gobierno tiene el control del BOE catalán, imprescindible para la entrada en vigor de nuevas normas
Los republicanos desean formar gobierno efectivo y cambiar de rasante, pero no dominan la situación. Según sus previsiones, la aprobación de la teleinvestidura se podría posponer hasta los días 8,9 de mayo. Para entonces faltarán 14 días para unas nuevas elecciones, cuya fecha de convocatoria automática es el 22 de mayo. El asunto de los tiempos es crucial porque las normas, según el Estatut, no entran en vigor hasta 15 días después de su aprobación el el DOGC —el BOE catalán— y el Gobierno, en virtud del 155, es quien controla la publicación.
Rajoy tiene la situación por la manija porque, además de controlar el DOGC, también tiene la capacidad de suspender la norma de la teleinvestidura presentando un recurso ante el Tribunal Constitucional. Bastaría con que el TC admitiera a trámite el recurso.
El duelo entre Rivera y Rajoy
Pero el presidente del Gobierno, siguiendo su lenguaje, no desea dar la batalla en este momento. Desea mantener el tipo ante las embestidas de Ciudadanos («Espero que Rajoy recurra inmediatamente ante el TC esta nueva tomadura de pelo», dijo Albert Rivera sobre la aprobación del voto delegado del huido Toni Comín) y contentar al PNV para lograr la aprobación de los presupuestos generales.
Al Gobierno le comienza a quemar en las manos la aplicación del artículo 155 porque el PNV reclama su fin para proceder a sellar las cuentas. El cambio de mensaje del Gobierno en las últimas es suficientemente elocuente: «Si sigue vigente el 155 es porque los independentistas no son capaces de ponerse de acuerdo», dijo hace poco la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
Junts per Catalunya trabaja con la idea de que no haya novedades de la justicia alemana en mayo
En paralelo, Junts per Catalunya trazan sus planes con la convicción de que no se producirá ninguna novedad por parte de la justicia alemana de aquí al 22 de mayo. «No trabajamos con este escenario», aseguran fuentes de la formación.
Lo curioso es que tampoco trabajan con un calendario claro. De momento están concentrados en cumplir con lo exigido por el expresidente: aprobar la teleinvestidura y mantener el trile entre Jordi Sànchez y Carles Puigdemont. «¿Y el plan D?», se pregunta todo el mundo. No hay respuesta. No es el momento. El dueño del calendario es Puiigdemont.