Colau desoye a la Guardia Urbana y negocia con el top manta
El Ayuntamiento de Colau se reúne con los manteros y acuerda crear una mesa de diálogo, después del ataque de la Guardia Urbana a sus políticas de seguridad
El Ayuntamiento de Ada Colau acordó con el colectivo de manteros crear una mesa para abordar la problemática de la venta ambulante no autorizada en Barcelona de forma integral. El espacio de diálogo se convocará la próxima semana, que será ya la tercera semana en curso del macrooperativo policial contra el top manta anunciado por el teniente de alcalde de seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, el pasado lunes 29 de julio.
Durante sus tres manifestaciones de la semana pasada, para protestar por el dispositivo policial en el que participan un centenar de agentes de la Guardia Urbana, Mossos d’Esquadra y Policía Portuaria, los manteros exigieron a Colau pactar un horario en el frente marítimo para poder desarrollar su actividad. El sindicato del top manta demandó hablar directamente con Colau al considerarle una aliada durante la pasada legislatura.
Al primer encuentro con los manteros, este miércoles, no acudió la alcaldesa, pero sí su compañera de Barcelona en Comú, Janet Sanz, así como el también teniente de alcaldía del Ayuntamiento, Jaume Collboni, del PSC. En un comunicado, el consistorio informó de que la mesa de diálogo abordará las políticas de empleo y de emergencia social de las personas que ejercen la venta ambulante no autorizada en la ciudad.
El gobierno de Barcelona mostró su «compromiso de mantener y reforzar todas las políticas destinadas a buscar soluciones laborales y sociales» al colectivo de manteros, en especial aquellos en situación de vulnerabilidad. A la vez, advirtió al top manta de que la venta ambulante no autorizada «no es posible» en la ciudad condal, como ya se encargan de recordarlo los agentes policiales día con día.
El aviso de la Guardia Urbana sobre el top manta y Colau
En un ataque demoledor a la alcaldesa por muchos de sus yerros, Sapol (el sindicato mayoritario de la Guardia Urbana) advirtió a Batlle de que se enfrenta a «un reto difícil de combatir» porque los problemas que «hereda» en este momento son producto de «años de nefasta gestión». En el mismo comunicado, los guardias civiles dicen que es «intolerable» que los manteros exijan una reunión con Colau, igual que si la regidora la aceptaba.
El mismo sindicato que en 2018 denunció que Colau y su entorno avisaban al top manta antes de los operativos policiales en los años anteriores ahora celebra el dispositivo anunciado por Batlle y lamenta que los comunes y la CUP en su momento les obligaron a «dejar de intervenir y permitieron que las mafias se adueñaran de las calles». En general, Sapol afea la «permisividad» del Ayuntamiento con los manteros.
En todo caso, su llamado de atención a Colau (que no solo va de manteros sino también de inseguridad y otros problemas de la ciudad) llegó a oídos sordos, pues tan solo unas horas después de publicar su comunicado se informó de la primera reunión del Ayuntamiento con los colectivos que defienden el top manta y que piden facilidades para seguir trabajando en Barcelona. No será el último encuentro, tampoco.
El top manta ha empeorado con Colau
En noviembre de 2018, el segundo estudio «Barómetro de Barcelona«, elaborado por el Centre d’Estudis Sociològics, recogía que el 60,4% de los barceloneses encuestados señalaba la gestión del top manta como el problema que más ha empeorado en la capital catalana desde que Colau llegó al Ayuntamiento, seguido por el incivismo (el 51,9%) y los carriles bici (el 51,4%). Es un asunto al que, evidentemente, no se puede dar largas.
La lucha contra el top manta era uno de los grandes retos que debía enfrentar Batlle, nombrado teniente de alcalde de seguridad del Ayuntamiento tras el pacto entre el PSC y los comunes para formar gobierno municipal. Ya las fuentes sindicales de la Guardia Urbana avisaban que Batlle debía tomar decisiones desde el primer minuto, y así lo ha hecho. Fue él quien anunció el dispositivo contra el top manta la semana pasada.
Collboni prometió mano dura contra el top manta también desde un primer momento. Y ese ha sido el caso, con un centenar de policías controlando que los manteros no ocupen espacios de importancia en la ciudad e incluso deteniendo al menos a tres de ellos durante el inicio del operativo contra la venta ambulante. Pero la Guardia Urbana subió el volumen este miércoles, por temor a que los comunes de Colau se carguen la operación.