La CEOE recrudece el tono contra Podemos y se acerca al PSOE moderado
La CEOE cree que la batalla con Iglesias será inevitable y que sólo puede ganarla dividiendo al gobierno y aliándose con los moderados en torno a Calviño
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, debe aguantar “el pulso” que han lanzado el vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Yolanda Díaz si quiere frenar los planes económicos de Podemos, según señalan fuentes de los órganos ejecutivos de la CEOE. Si cede, “a Garamendi se le quedará cara de tonto”, señalan estas mismas fuentes.
La estrategia de la patronal pasa por hurgar en las divisiones del Gobierno de coalición, unas divisiones que ya se han hecho patentes ante varios temas. A años luz de las posiciones de Podemos, que no parece resignarse a una posición secundaria en el Gobierno sino que reclama todo el protagonismo en las medidas sociales, la patronal busca una tabla de a la que asirse ante un programa económico para esta legislatura que califica como lesivo.
Esa tabla con la que aguantar las embestidas lideradas por los hombres de Iglesias, ante el tancredismo de Sánchez, no puede ser otra, según diversas fuentes patronales, que los ministros más moderados, con Nadia Calviño a la cabeza, o más técnicos, como José Luis Escrivá o María Jesús Montero, aunque de este tipo no abunden en el ejecutivo de coalición.
La última chispa, y ya el último incendio, se produjo la semana pasada. La patronal no acudió a la reunión que Yolanda Díaz había convocado el pasado viernes para abordar la vuelta al trabajo de este lunes. La ausencia obedeció al anuncio hecho un día antes por parte de Pablo Iglesias sobre un Ingreso Mínimo Vital Puente (IMVP), una renta temporal para colectivos desfavorecidos, de 430 euros mensuales, que se pagaría mientras no entre en vigor el Ingreso Mínimo Vital (IMV) que estudia el ministro José Luis Escrivá.
Desde la CEOE se subraya que es una “falta de respeto”, un “ninguneo”, que Iglesias anuncie una medida como ésta sin consultar a la patronal y, aún más, dando a entender que contaba con su apoyo. El Gobierno solo consultó a sindicatos y ONGs.
La CEOE discrepa del ingreso temporal que plantea Iglesias, pero también de las “formas” con las que lo anunció en la tarde del jueves. La CEOE amenazó con romper el diálogo social. Sin embargo, fuentes de la patronal matizan esta advertencia: “no se puede romper algo que aún no ha empezado” porque no se retomaron los debates pendientes. Y eso es precisamente lo que hoy define las relaciones entre la principal organización empresarial española y el Gobierno: la ausencia de diálogo.
Mediante un durísimo comunicado,el mismo jueves, la CEOE aseguró sentirse presionada para “dar su apoyo a una propuesta de partido”, en referencia a Podemos, que nada tiene que ver con “un acuerdo consensuado en lo que debería ser el cauce habitual con los interlocutores sociales, que formamos parte de la mesa de diálogo”.
Iglesias «tiene prisa»
Fuentes empresariales de la CEOE indican que Iglesias “tiene prisa” por aplicar su propuesta de renta porque sabe que si convoca una mesa con los sindicatos y la patronal “puede que vaya más lento”.
Según el plan de iglesias, esta renta “puente” se pagaría durante un periodo de tres meses, mientras no se apruebe la definitivo IMV, a cerca de medio millón de personas. En total, esta medida costaría 750 millones de euros.
En principio, desde la CEOE nunca se han visto con buenos ojos estas propuestas: “Todo lo que sea dar dinero gratis, es un ataque al espíritu emprendedor y al ánimo de superación. Es mejor que estos fondos vayan a las empresas para que generen empleo”, indican estas fuentes.
No obstante, la CEOE estaría dispuesta a negociar un IMV con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que no milita en ninguna formación y llegó al cargo por la cuota del PSOE.
Garamendi sigue confiando en que los ministros del área económica del PSOE frenen a Iglesias. La titular de Hacienda y portavoz del Gobierno, la socialista María Jesús Montero, recalcó después del plantón del viernes que es necesario el acuerdo con la patronal.
En un intento de calmar al empresariado, el Gobierno prevé ampliar los plazos para las liquidaciones fiscales. En vez del 15 de abril se aplazará al 20 de mayo. Las patronales consideran que se quedan cortos. Josep Sánchez Llibre, presidente de la catalana Foment del Treball y vicepresidente de la CEOE, fue el primero en reclamar una moratoria de tres meses.