Colau justifica su viraje hacia los independentistas
Colau asegura que no ha renunciado a sus promesas pese a aparcar proyectos estrella como el tranvía para conseguir que el Pdecat facilite los presupuestos
Cuando era candidata a la alcaldía, Ada Colau dijo de su antecesor, Xavier Trias, que pasaría a la historia como el “alcalde de las desigualdades”. Ahora está negociando con el grupo municipal demócrata (Pdecat), que lidera el mismo Trias, que se abstenga en el pleno del próximo viernes para conseguir aprobar los presupuestos. En una comparencia este lunes ante los afiliados del Colegio de Periodistas de Barcelona, la alcaldesa ha justificado este pacto para tirar las cuentas. Recordó que sólo cuenta con once concejales en un consistorio de 41 y que, por este motivo, también busca el apoyo de otros grupos como ERC y el PSC.
Colau reconoció que ella y el Pdecat tienen modelos de ciudad “opuestos” y que nunca formará gobierno con sus concejales. Sin embargo, está dispuesta a recibir su apoyo en forma de abstención a los presupuestos, aunque para ello deba aparcar promesas electorales como la unión del tranvía por la Diagonal. Negó que Trias le esté devolviendo favores por echar a los socialistas del gobierno municipal o para facilitar que el Parlamento catalán tenga un presidente republicano.
Tranvía. Colau insistió en que grandes infraestructuras como la unión del tranvía por la Diagonal requieren consensos políticos. Era una de sus promesas estrella para este mandato. Asegura que lo han intentado, que no renuncian al proyecto, pero que no cuentan con mayoría para impulsarlo. Para posibilitar el pacto de presupuestos con el Pdcat, han suprimido una partida de 400.000 euros para redactar estudios sobre el tranvía. Esta es una de las condiciones que exigió Trias. Aseguró que aún están a tiempo de hincar las obras antes de las próximas municipales si consiguen un acuerdo político.
Manteros. La alcaldesa volvió a salir en su defensa. Asegura que su número se mantiene estable pese a que los sindicatos de la Guardia Urbana advierten que el fenómeno de la venta ambulante ilegal se ha disparado. Colau indico que siguen trabajando para “generar alternativas” para los que se dedican a esta actividad callejera: han impulsado una cooperativa, programan cursos de formación y les facilitan un “documento de vecindad” para posibilitar su arraigo en la ciudad. Reconoció que causan una “afectación” en el comercio. Sin embargo, reitero que los agentes de la Guardia Urbana no pueden perseguir a los manteros en el metro. Calificó de “discusión puntual que ya se ha resuelto” la expulsión de los agentes de la Urbana del centro de control de cámaras de seguridad de Transportes Metropolitanos de Barcelona. Según la alcaldesa, el suburbano es un territorio reservado a los Mossos.
Mobile. Aseguró que están trabajando para que la próxima edición del Mobile World Congress (MWC) sea un éxito que disipe todas las dudas sobre la continuidad de este certamen en Barcelona. Indicó que el conflicto político y el atentado de las Ramblas perjudicaron la imagen de Barcelona. Por este motivo, preparan una campaña coincidiendo con el Mobile para “mostrar la normalidad de la calle y el buen funcionamiento de la ciudad”. Subrayó que aprovecharán este momento en que “todo el mundo nos mira” para “salir sin complejos hacia el mundo”.
Colau prepara una campaña para el Mobile para recuperar la imagen de Barcelona en el mundo
Vivienda. Anunció que cuando se tramiten licencias para la remodelación de edificios enteros, se requerirá a los propietarios o promotores que garanticen que mantendrán los actuales vecinos. “Exigiremos garantías para que los vecinos no pierdan derechos”, prometió.
En ciudades con una fuerte presión especulativa como Barcelona, dice que han detectado que “la rehabilitación en algunos casos se convierte en una excusa para expulsar vecinos”. Se vincularán las ayudas públicas a evitar que expulsen vecinos. Insiste en que modificarán las ordenanzas de obras para incluir medidas garantistas.
La alcaldesa propone un pacto de la ciudad para la reforma de los arrendamientos urbanos aunque se trata de una competencia estatal. Defiende que la duración de los contratos vuelva a ser de cinco años. Precisa que no invade la “libertad de mercado” pese ser partidaria de establecer cuáles serían los precios “recomendables”. Atacó al gobierno del PP por “precarizar el alquiler”.
Conflicto político. Considera que Barcelona es “un activo” para afrontar al actual conflicto político entre la Generalitat y el gobierno central. Recordó a Pasqual Maragall cuando dijo que “lo que era bueno para Barcelona también lo es para Cataluña y para España”. Sin embargo, no expuso ninguna propuesta concreta en este ámbito.