El 41% de los españoles sufre el impacto psicológico de la pandemia
Una encuesta revela que la ansiedad, el miedo y el desánimo han sido recurrentes durante la crisis sanitaria de la Covid-19
La crisis sanitaria del coronavirus ha tenido un impacto directo en la salud mental de los españoles. El 41% de los ciudadanos ha desarrollado problemas de carácter psicológico durante la pandemia. La ansiedad, el miedo y el desánimo han sido los más recurrentes en un periodo marcado por los confinamientos y la incertidumbre sobre la evolución epidemiológica.
La Fundación Mapfre y el centro estadístico Salvetti han llevado a cabo una encuesta sobre 2.500 personas para conocer el efecto que ha provocado la Covid-19 en su estabilidad emocional. Un 7% de los ciudadanos que han participado en el sondeo han reconocido que se encuentran muy mal a nivel mental.
Los españoles han identificado un amplio abanico de razones que les han hecho empeorar su estado de salud mental. La incertidumbre por el avance de la enfermedad está presente en el 66% de los que han sufrido un impacto emocional. Mientras que la falta de ánimo ha alcanzado al 51% de la población. Le siguen otros problemas como la ansiedad (44%) o la desmotivación (43%).
El 25% de los encuestados ha afirmado que la pandemia del coronavirus ha provocado que pierda una parte de su agilidad mental y de su memoria. Es una consecuencia directa del cansancio, el estrés, la dificultad para concentrarse o la alta tensión que ha provocado la expansión de la Covid-19 en su rutina diaria.
El perfil más afectado por este impacto es el de las mujeres con edades comprendidas entre los 27 y los 35 años de edad. Los residentes en las ciudades, las personas con menor poder adquisitivo y los que viven en núcleos familiares con muchos miembros también han sentido más problemas emocionales.
El carrusel de fases de la pandemia merma la salud mental
Los encuestados han reconocido que su salud mental ha estado ligada a las fases de evolución epidemiológica que ha experimentado España desde que se inició la crisis sanitaria en la primavera. El confinamiento se vivió como una etapa de reflexión, mientras que la desescalada sirvió como fase para la liberación física pero no emocional. La nueva normalidad se ha asociado de forma generalizada con la incertidumbre.
Durante estos periodos, los encuestados han reconocido que uno de los mayores problemas para sentirse bien emocionalmente ha sido la falta de relaciones sociales y la dificultad para estar en contacto con las personas de su entorno. Especialmente durante el confinamiento domiciliario.
La investigación ha revelado una conexión directa entre la salud mental y las condiciones socioeconómicas. Un 29% de los encuestados ha sufrido una carga económica por haber sufrido un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Un 16% ha notado los estragos de la reducción de jornada y un 10% ha sido despedido de forma definitiva.
La pandemia ha traído cambios en la rutina de los españoles
El sondeo de la Fundación Mapfre ha demostrado que la pandemia de coronavirus ha provocado un cambio significativo en los hábitos de los españoles. La implantación de medidas sanitarias, la alimentación o el deporte han sido algunos de los más evidentes.
Un 83% de los encuestados ha admitido que pone de forma sistemática una distancia social para prevenir el contagio de Covid-19, mientras que un 78% evita frecuentar espacios cerrados o formar parte de aglomeraciones. La mitad de los participantes ya no utiliza el transporte público.
La protección también ha llegado hasta el ámbito doméstico. El 63% de los españoles desinfecta de manera recurrente los productos que utiliza a diario. Mientras que un 57% de los participantes admite que ha reforzado la atención de su salud con mayores revisiones médicas.