El 44% de los españoles han engordado en el confinamiento
Un estudio de la Sociedad Española de Obesidad revela que el 56% de los españoles realizaron menos ejercicio durante el primer estado de alarma
Las medidas de restricción del coronavirus han incrementado el sedentarismo entre la sociedad española que se ha visto obligada este año a pasar muchas más horas en casa por el confinamiento. Un estudio ha revelado que el 44% de la población ha engordado durante el primer estado de alarma, cuando pisar la calle estaba prohibido salvo por motivos justificados.
La Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) ha alertado sobre este fenómeno que se ha traducido en un incremento de los pacientes que sufren sobrepeso u obesidad en todo el país. “Este estudio concuerda con datos previos y resalta el papel negativo que el confinamiento ha tenido en la salud pública”, ha explicado el presidente de la organización, Francisco Tinahones.
Un millar de personas han participado en este sondeo, de los que el 44,3% han declarado que han ganado peso durante el confinamiento. El 73% de ellos sitúa el aumento en una horquilla de entre uno y tres kilogramos.
La mala alimentación está detrás del incremento de peso
El estudio ha demostrado que los malos hábitos alimentarios son los principales responsables del aumento de la obesidad durante el periodo de confinamiento por la Covid-19. El 18% de la población admite que su forma de comer ha sido picotear constantemente, mientras que el 56% de los encuestados reconoce que ha realizado más de tres comidas diarias.
El aislamiento en los hogares también ha disparado el consumo de bebidas alcohólicas, que incrementan notablemente el peso por su alto contenido en azúcares. El 45% de los españoles ha bebido más alcohol durante el estado de alarma de lo habitual.
También ha aumentado el consumo de productos de bollería en un 46,7% de la población. Un 55,8% de las personas que sufren obesidad han incrementado este tipo de artículos en su dieta diaria durante el periodo que se prolongaron las restricciones.
El confinamiento sepultó la actividad física
Otro de los fenómenos que ha condicionado el incremento de peso es la reducción de la actividad física. El 56% de los encuestados ha reconocido que hizo menos ejercicio durante el confinamiento, frente al 18% que ha afirmado que ha comenzado a practicar más.
La falta de actividad se complementa con un incremento notable del sedentarismo. Más de la mitad de los españoles han pasado más de 5 horas al día sentados en el sofá durante la etapa de aislamiento domiciliario. Mientras que el 30% consumió más de 5 horas de televisión de forma diaria.
Los factores socioeconómicos motivan la obesidad
Además de estas variables sobre la alimentación y la actividad física, los expertos han detectado un importante efecto marcado por las condiciones de vida de los individuos. “Las variables socioeconómicas también han tenido un gran impacto en estos cambios de hábitos”, ha admitido Tinahones.
El 77% de las personas sin ingresos reconoce haber subido de peso durante el confinamiento, frente al 43% de los encuestados que cobra al menos 2.000 euros al mes. De la misma manera, apenas el 33% de las personas con dificultades económicas ha practicado ejercicio de manera recurrente, mientras que el 71% de los españoles con altos ingresos sí que lo han hecho.
Entre los factores que influyen en esta realidad se encuentra el tamaño de la vivienda o el nivel de estudios de las personas que han realizado el sondeo. “Solo un 30% de los encuestados sin estudios o estudios primarios han seguido hábitos adecuados por un 74% de los encuestados con nivel de estudios superiores”, ha enfatizado Tinahones.