¿Santi Vila puede liderar este partido?
El consejero de Cultura defiende los principios de Lliures, impulsado por Fernández Teixidó y Roger Montañola, que decide convertirse en partido político
Santi Vila reniega del acuerdo del Pdecat con la CUP, está cansado del proceso soberanista, ama la cultura española, se declara liberal, y sostiene que muchos de los actuales dirigentes soberanistas han perdido el rumbo. El movimiento Lliures decidió este jueves convertirse en un partido político en los próximos tres meses para concurrir a las elecciones al Parlament. Y su máximo impulsor hasta ahora, Antoni Fernández Teixidó, junto con Roger Montañola, defendió esos principios: “no a la CUP”, “un catalanismo de centro, liberal”, y pronunció lo innombrable: “España, sí, han oído bien, Teixidó ha dicho España”, aseguró el veterano político, hablando en tercera persona, curtido en mil batallas, que abandonó a Artur Mas y dejó la ex Convergència cuando el ex presidente de la Generalitat decididó aceptar el apoyo de la CUP. ¿Es Vila, por tanto, el líder que puede catapultar el nuevo partido?
El proyecto que promovió Fernández Teixidó hace más de un año se ha acabado concretando. Este jueves, con unos 450 asistentes, que votaron sí a convertirse en un partido político, Lliures comenzó un camino que en el plazo de tres meses le llevará a convocar un congreso fundacional. “Debemos ir a las elecciones”, clamó Teixidó, aunque dejando claro, en todo momento, que Lliures lo intentará, sin tener ninguna garantía de éxito.
Teixidió defiende, como Vila, una vía dialogada, desde el catalanismo de centro liberal
La cuestión es que los promotores del movimiento quieren recuperar a dirigentes del Pdecat que consideren que todo ha sido un error. Vila coquetea con Lliures, pero también busca complicidades dentro del Pdecat para poder ser alcaldable por Barcelona. En todo caso, lo que representa Vila es lo que quiere Lliures: “¿Aceptaremos a catalanistas que crean que deben corregir el rumbo, que puedan haber cambiado de opinión? Los esperamos con los brazos abiertos, porque, en ningún caso se puede hablar de traición. Y a nosotros tampoco nos pueden llamar traidores por ser catalanistas, pero no independentistas”, clamó Teixidó.
El intento de Lliures es complejo y lleno de dificultades. El mapa político catalán está repleto de siglas, pero el espacio del catalanismo de centro-derecha liberal ha quedado huérfano. Lo explicó Roger Montañola, ex dirigente de Unió Democràtica. Y machacó la idea Teixidó, al constatar que es la CUP la que ha marcado la agenda, con el Pdecat hacia posiciones de izquierda. “Es respetable un país de izquierdas, es muy digno, pero lo que discutimos es que no lo compartimos”, insistió el ex consejero de Industria de la Generalitat.
En la primera fila había otros compañeros de Vila, como el ex consejero de Salut, Boi Ruiz. También profesionales liberales, como el director del Instituto de Estudios Financieros, Josep Soler, o el periodista Ricard Fernández Deu, y el ex consejero de BME y ex miembro de la junta directiva del Círculo de Economía, José Luis Oller Ariño. También asistieron empresarios, como Josep Bou, presidente de Empresaris de Catalunya.
El ideario es claro: una apuesta por el liberalismo humanista, que ayude a los que no pueden seguir, “a los más débiles”, pero “no a los que disimulan, esos que trabajen”, en palabras de Teixidó; menos carga de impuestos, y garantizar la libertad de oportunidades. El ex dirigente de Convergència fue especialmente duro con los medios de comunicación públicos de la Generalitat, en un día en el que el Parlament había reprobado al director de TV3, Vicent Sanchis. “Nos machacan todo el día con un sólo tema, y no lo podemos compartir, en parte porque esos medios los pagamos entre todos”, incidió Teixidó.
Teixidó carga contra los medios públicos de la Generalitat por «machacarnos con un solo tema»
La posibilidad de que Vila u otros dirigentes del Pdecat o profesionales y empresarios que puedan liderar Lliures está muy presente en la estrategia de sus impulsores. Teixidó está en la primera línea, pero quiere ofrecer un proyecto con gente nueva, con generaciones más jóvenes, cada uno con sus responsabilidades, con lo que puedan aportar. En el caso de Vila, sus posicionamientos son cada día más claros.
Este miércoles, en un acto organizado por el empresario Amancio López, el presidente del Grupo Hotusa, y junto al director de La Vanguàrdia, Màrius Carol, el consejero de Cultura reiteraba su cansancio con el proceso soberanista, y la necesidad de alcanzar acuerdos. Vila es consciente de su atracción, no tanto en Barcelona, por ahora, como en Madrid, al que sitúan como un referente, después de su estrecha relación con la ex ministra de Fomento, Ana Pastor, ahora presidenta del Congreso, con la que llegó a acuerdos en un momento de gran tensión entre el Gobierno y el ejecutivo catalán.
Antoni Fernández Teixidó, promotor de la conversión de Lliures en partido político. ED
Pero Lliures necesita saber con urgencia otras cuestiones, como la decisión de Unió Democràtica. Su máximo dirigente hasta ahora, Ramon Espadaler, esperaba que se clarificara la situación legal. Ya lo sabe. Liquidación del partido, tras un concurso de acreedores. En juego están los 100.000 votos de Unió, que en las elecciones de septiembre de 2015 no se tradujeron en escaños por un pequeño margen. ¿Puede Lliures atraerlos? ¿Quiere Espadaler y la vieja guardia de Unió esforzarse para llenar de forma conjunta ese espacio que se considera huérfano?
No es menor la cuestión económica. Teixidó explicó que en los próximos seis meses se necesitarán 150.000 euros, y que, hasta ahora, todos los gastos los han sufragado sus promotores. Pero hasta este jueves la indefinición pesaba como una losa. Ahora Lliures ha decidido ser un partido y busca su sitio, y mira ya de frente a la sociedad catalana.
Vila reitera en un debate organizado por Hotusa que está cansado del proceso soberanista
Por ello, Teixidó reclamó que “nadie se ponga de perfil, porque no es el momento”. A su juicio, lo que se dirime es una Cataluña de izquierdas, marcada por la CUP, con Esquerra Republicana, y con un Pdecat a remolque, o una alternativa catalanista de centro.
Las imágenes siempre son ilustrativas. En el acto, en el auditorio del edificio Vèrtex, de la UPC, los asistentes aplaudían cuando se asegurara que los 450 posibles primeros adheridos del nuevo partido llegaban de toda la geografía catalana. “Llegan de Roses, de Manresa, de Tarragona, de Terrassa…”, que conectaba con los grandes actos que organizaba hace ya años CiU. No son los mismos, –había muchos profesionales jóvenes–, pero aspiran a representar un espacio que sigue existiendo, aunque se haya reducido.
Uno de los momentos que arrancó enormes aplausos fue la referencia de Teixidó a España, sin pronunciar “estado español”, que es la expresión única del soberanismo. “Debemos y podemos decir España, y decir que nos unen muchas más cosas que las que nos separan”, clamó, y los aplausos fueron estruendosos.
Las opciones de Lliures dependerán de que pueda atraer a los votantes de la ex Unió Democràtica
El otro instante fue determinante. Teixidó reveló su último encuentro con Artur Mas, en la Casa dels Canonges, hace dos años.
El expresidente de la Generalitat le espetó: “Te vas, porque no aguantas que la CUP nos apoye”. Teixidó le respondió: “No, me voy porque tu aceptas el apoyo de la CUP”. Mas remachó: “Pero la CUP me hará presidente”. Y Teixidó culminó: “Espero que no ocurra, porque eso sería lo peor, que te hiciera presidente la CUP”.
Lo ocurrido desde entonces es conocido. Lo que venga en los próximos meses está por escribir, desde la convicción de Teixidó de que no habrá referéndum. “Lo convocarán, pero no podrán realizarlo, dirán que han hecho todo lo posible, y convocarán elecciones”.
Si Lliures está en esas elecciones, con nuevos liderazgos y si tiene representación en el Parlament dependerá ahora de sus esfuerzos y de su capacidad de atraer a muchos ‘Santis Vilas’ decepcionados con el proceso y del arrojo y la valentía de los ciudadanos catalanes, porque “se ha ido muy lejos, para acabar en ningún sitio”. Palabra de Fernández Teixidó.