Rubalcaba buscará un acuerdo para Catalunya con Rajoy
El líder del PSOE se reúne con el Cercle d'Economia y Foment y asume las tesis de los empresarios para evitar ya el choque de trenes
El Govern que preside Artur Mas vive una cierta dualidad. Sus dirigentes más veteranos y el propio Mas, al margen de la retórica, son conscientes de que el reto planteado al Gobierno de Mariano Rajoy, con la consulta soberanista, sólo puede acabar en unas elecciones anticipadas, aunque la esperanza es aguantar todo lo posible y llegar hasta el 2016.
Pero otros, encabezados por el conseller de Presidència, Francesc Homs, insisten en que la consulta se realizará el 9 de noviembre, y en que el Gobierno central en algún momento deberá aceptar que el referéndum es irrenunciable. Homs ejerce presión, y mantiene en alerta al movimiento independentista. Mas también, pero su deber, como presidente, le obliga a buscar un aterrizaje que no sea demasiado brusco. ¿Pero y la sociedad civil?
Las reuniones discretas de Rubalcaba con empresarios
Todo ello ha creado la percepción de que Catalunya camina hacia un choque de trenes institucional, con el Gobierno de España. Y esa “fatalidad” comienza a calar, porque las apelaciones al diálogo se han convertido en algo vacío. El Gobierno central lo entiende como una negociación que se iniciará si Mas renuncia a la consulta, y el Govern quiere dialogar para pactar cómo se puede hacer el referéndum.
En esa tesitura se encuentra el Cercle d’Economia, que ha mostrado, en todo el llamado proceso del derecho a decidir, su independencia respecto al poder político. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba lo sabe, y este jueves se reunió con la junta directiva del lobby empresarial que preside el catedrático de Economía Antón Costas.
Rubalcaba, en la noche del miércoles, se reunió con empresarios catalanes en el domicilio del editor Javier Godó, y con todos ellos busca elaborar un plan que pueda acordar con Mariano Rajoy para tratar de resolver el problema catalán. También lo hizo este jueves, acompañado, en este caso por Pere Navarro, con el presidente de Foment, Joaquim Gay de Montellà. Y la sintonía es grande.
Financiación y competencias blindadas
Porque la voluntad de todos ellos es similar. Luchar contra esa “fatalidad” que lleve a un callejón sin salida. La junta directiva del Cercle d’Economia le sugirió a Rubalcaba un plan para poder resolver la situación. La idea es que se llegue en cuanto antes a un acuerdo sobre la financiación autonómica, “de todas las comunidades”, según fuentes del Cercle, pero resolviendo el problema de financiación de la administración catalana.
En ese marco se sitúa el principio de ordinalidad, que el PSOE defiende, y también algunos dirigentes del PP. Eso comporta que una comunidad que tiene una posición antes de aportar recursos al fondo de solidaridad la pueda mantener, de forma relativa, respecto al resto. En Alemania se intenta respetar, y los länders más ricos bajan muchas posiciones, pero se mantienen primeros respecto a los otros.
Junto a eso, el Gobierno central debería concretar un “blindaje” en materia de lengua y cultura, pero también respecto a otras competencias propias de Catalunya. Y si fuera necesario, se reformarían leyes concretas, dotando al Senado de una mayor capacidad, como cámara territorial de verdad, que es el modelo del Bundesrat en Alemania. Se trata, se asegura, de fijar “la seguridad jurídica” de Catalunya, en cuanto a sus competencias propias.
Agenda de reformas, con o sin Rajoy
Es decir, el Cercle ha propuesto a Rubalcaba una “agenda” con reformas urgentes que satisfagan a una gran parte de la sociedad catalana, que muestra un gran hartazgo por la crisis económica y por el pleito constante con los Gobiernos españoles.
Rubalcaba defiende, precisamente, esas reformas. El líder del PSOE se reunió este jueves también con el primer secretario del PSC, Pere Navarro. Y, tras reunirse con Foment, lo hicieron también con intelectuales y destacados opinadores, con un mensaje claro: el federalismo que propone el PSOE no es táctico y la ofensiva socialista, –para explicarse, para tejer complicidades y presentar una alternativa–, irá a más en las próximas semanas y meses.
Los dos dirigentes socialistas comparten el análisis y las propuestas del Cercle, y, en general, del empresariado catalán, con una conexión también fluida con Foment. El problema, ahora, es hacer ver a Mariano Rajoy que se debe mover con cierta urgencia. El PSOE, en todo caso, las seguirá defendiendo.
¿La consulta? Se pospone en el tiempo
Porque en ese análisis compartido no está en primer plano la consulta soberanista que pide el Govern de Artur Mas. Esa cuestión no se desdeña, pero el Cercle, junto con Rubalcaba, considera que puede llegar más tarde, con un diálogo constante en el tiempo. Es decir, Escocia ha llegado a la posibilidad de convocar un referéndum tras defenderlo durante dos legislaturas. En Canadá, Quebec también consiguió una consulta en 1980, y, posteriormente, en 1995, después de un largo proceso.
Rubalcaba tiene el encargo. Lo asume. Y buscará con Rajoy cómo se puede actuar con celeridad. Nada de choque de trenes improductivos, que lleven a una mayor frustración.
Colaboración, ¿tras las europeas?
Para ello, aunque no sea determinante, porque, a pesar de las oportunidades que se han brindado no se ha producido desde la transición, las elecciones europeas podrían facilitar una colaboración estrecha entre el PP y el PSOE. Rubalcaba entiende que esa colaboración se debe producir para caminar hacia el federalismo. El PP también, pero discrepa en la fórmula federal. Si en las europeas los dos partidos reciben un severo castigo, comprobarán que deben colaborar ante la fragmentación en la política española, que puede hacer imposible la gobernabilidad.
Pero, al margen de la reacción de Rajoy, Rubalcaba –que deberá decidir si se presenta o no a las primarias del PSOE– ha decidido, junto con el PSC de Pere Navarro, liderar ya la agenda política española desde Catalunya.