El Pdecat se quedará con solo veinte empleados
El Pdecat prepara un nuevo ERE para despedir a más de la mitad de la plantilla
El Pdecat suelta lastre. El partido heredero de la antigua Convergència (CDC) despedirá a la mayor parte de sus empleados antes de refundarse en una nueva formación política. Los problemas económicos y judiciales les fuerzan a reducir su estructura a la mínima expresión.
La dirección del Pdecat ha convocado a sus empleados este jueves para anunciarles un expediente de regulación de empleo (ERE). No se trata de un expediente por causas de fuerza mayor relacionadas con la pandemia de coronavirus, sino con una reestructuración por motivos económicos, según avanzó el diario Ara.
Aunque todavía no han recibido ninguna notificación oficial, fuentes de los empleados indican a Economía Digital que la dirección del partido planea quedarse con veinte trabajadores, menos de la mitad de los 45 actuales (una quincena de ellos con horario reducido). Desde septiembre del año pasado pretenden despedir a media plantilla, pero la decisión se fue postergando.
A finales de 2016, tan solo seis meses después de que Convergència se transformara en el actual Pdecat, se puso en marcha la primera reestructuración. Entonces había 84 empleados, en su mayoría en nomina de CDC. Los primeros afectados fueron chóferes y secretarias de ex altos cargos.
En estos tres años, el partido ha puesto facilidades para que los empleados se fueran. Los que corrieron mejor suerte fueron recolocados en la administración pública.
Negociación política
La última reestructuración de personal se produce en un momento en que el Pdecat que preside David Bonvehí y La Crida de Jordi Sànchez y Carles Puigdemont negocian el lanzamiento de una nueva formación política. La duda es que pasará con el Pdecat, si desparecerá tal como hizo Convergència o seguirá hibernado. En la actualidad, está detrás de la marca electoral de Junts per Catalunya. De momento, han optado por despedir empleados y aligerar gastos.
Sobre el Pdecat pende la espada del caso del 3%. Aunque son los herederos políticos de Convergència, han esquivado la condena del caso Palau, por la que se condenó al viejo partido a pagar 6,6 millones de euros.
En realidad, Convergència no tiene ninguna actividad política desde 2016 pero aún no ha desaparecido. En diciembre pasado, presentó un preconcurso de acreedores por una deuda de más de 4 millones de euros. Poco más de la mitad corresponden a créditos concedidos por Caixabank.
El preconcurso debía resolverse antes 30 de abril (al cabo de tres meses, a los que se puede sumar otro mes de prórroga), pero la declaración del estado de alarma dejó en suspenso los plazos.
Hacia el concurso de acreedores y la liquidación
Fuentes próximas al partido indican que Convergència se encamina al concurso de acreedores y a la liquidación. “Esto llegará a finales de julio”, señalan. La histórica formación de Jordi Pujol y Artur Mas debe hacer frente a una deuda bancaria de más de 4 millones de euros y a un decomiso judicial por el caso Palau de otros 6,6 millones. En total, unos 11 millones de euros.
Los activos del partido se limitan a una cuarentena de locales que valoran en unos 5 millones de euros. El año pasado se vendió el edificio de la calle Provenza, que era propiedad de Convergència aunque lo disfrutaban sus herederos del Pdecat. De los inmuebles propiedad de la vieja CDC, 15 figuran como aval judicial del caso Palau para cubrir una responsabilidad de 3,6 millones de euros, que fue el importe que inicialmente se reclamó al partido. En el juicio, se elevó a 6,6 millones, importe confirmado por una reciente sentencia de ejecución de la Audiencia de Barcelona.
Aunque el fiscal del caso Palau, Emilio Sánchez Ulled, se empeño en pedir responsabilidades a Convergència y a sus “herederos” políticos, no se citó como acusados al Pdecat ni en el juicio ni en los trámites posteriores. El Pdecat se escuda en este lapsus de la fiscalía para decir que no tienen nada que ver con Convergència y sus condenas judiciales.
No obstante, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, instructor del caso del 3%, se curó en salud al incorporar el Pdecat entre los acusados. Cuando llegue la sentencia, el Pdecat probablemente ya no existirá. Y si resultase condenado, tampoco podría cubrir las responsabilidades por carecer de patrimonio.