Margarita del Val sale en defensa de la vacuna: «La reacción es muy breve»
La viróloga Margarita del Val explica que la reacción de la vacuna duran dos días y, en el momento en el que se recibe la primera dosis, comienza el efecto
Los escépticos a la vacuna contra el coronavirus han encontrado en la reacción que provoca la inyección de Pfizer una excusa más. Este pinchazo provoca un malestar generalizado en aquellos que ya han sido inoculados, algo común con cualquier inyección, pero que puede generar cierto rechazo. Por ello, la viróloga Margarita del Val ha explicado que estos síntomas apenas duran dos o tres días, como mucho, y lo más importante: “En cuanto se recibe la primera dosis empieza la protección”.
En una entrevista en La Sexta, la científica por excelencia del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha explicado que el remedio de la farmacéutica ganadora es muy reactogénico. Esto quiere decir en el momento en el que se inocula genera una reacción que estimula el sistema inmunitario. “Puede ser que duela el pinchazo, se enrojezca la zona o se tenga algo de fiebre, pero eso es un indicador de que está actuando”, ha subrayado.
“Puede ser que duela el pinchazo, se enrojezca la zona o se tenga algo de fiebre, pero eso es un indicador de que está actuando»
“La mitad de las personas que han recibido la dosis sienten fatiga y dolor de cabeza”, ha explicado tras haber analizado los resultados de los ensayos clínicos de Pfizer, abiertos a todo el público en un ejercicio de transparencia y confianza. “En una cuarta parte se producen escalofríos, pero solo dos o tres días- ha continuado- es un tiempo muy breve y merece la pena pasar por eso”.
Del Val: «El tiempo para ver efectos secundarios ya ha pasado»
En cuanto a la seguridad de este antídoto, ha insistido en que el tiempo para comprobar si se producen efectos secundarios adversos ya ha pasado. Por lo general, suele pasar un año hasta que se pueda avalar la fiabilidad de una vacuna, pero en esta ocasión es diferente: “Los datos suelen verse al año, pero porque las personas tardan mucho en vacunarse, ahora muchísima gente está recibiendo la vacuna en poco tiempo”, ha justificado.
«Los datos suelen verse al año, pero porque las personas tardan mucho en vacunarse, ahora muchísima gente está recibiendo la vacuna en poco tiempo”
No obstante, del Val ha apelado a la precaución y a no creer que la llegada de la vacuna supone el fin de la pandemia. “Hay pocas dosis y la vacunación tiene que estar muy avanzada en todos los grupos de riesgo y, sobre todo -ha continuado- ver que tal les funciona. “No es lo mismo en un ensayo clínico controlado que en la población en general”, ha aclarado.
Por lo tanto, las mascarillas, la distancia de seguridad y la higiene seguirán siendo claves para frenar los contagios. Además, todavía quedan algunas dudas que resolver. “No sabemos si las personas que se infecten van a ser contagiosas y no sabemos si va a proteger a los asintomáticos, que esa transmisión silenciosa, la más peligrosa2, ha apuntado.
Del Val: “Celebremos la Navidad en junio”
Y aunque la viróloga se ha mostrado optimista con los resultados de la vacuna, no lo es tanto de cara a las fiestas. “Tenemos muchas ganas de abrazar, pero es mejor guardárselas para junio o para poder celebrar las navidades que viene”, ha resaltado. En este sentido, del Val ha explicado que no tiene nada que ver la forma en la que se producían las reuniones sociales en el verano que ahora.
«Tenemos muchas ganas de abrazar, pero es mejor guardárselas para junio o para poder celebrar las navidades que viene»
“Estamos en época de virus, de frío y de juntarnos”, ha afirmado. Por lo que ha explicado cómo deberían ser las quedadas en las casas: “La mascarilla siempre ajustada y a respirar a través de ella”, ha insistido. “Si no -ha manifestado- el virus se acumula en el aire y persiste durante una hora”.
Del Val lo ha comparado con el hecho de que una persona infectada fume y el humo se expanda por todo el salón. “Llegará a todos los sitios, por lo que hay que ventilar mucho: o todo el rato la ventana abierta diez centímetros, o una ventilación cada 15 minutos bien a fondo, que sintamos el frío”, ha concluido.