Los sindicatos dan libertad de voto a sus afiliados que quieran acudir a las urnas

ICV también deja a sus militantes que decidan, evidenciando la incomodidad del proceso en las fuerzas de la izquierda

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La consulta del 9 de noviembre está en el aire. El Tribunal Constitucional la ha suspendido de forma cautelar, y, previsiblemente, no se celebrará. Pero las fuerzas políticas pro consulta, y los agentes sociales que se comprometieron con el derecho a decidir, deben ahora ofrecer a sus militantes y afiliados cuál debería ser el sentido del voto.

Y lo que ha ocurrido es que, llegados a este punto, se ha optado por la libertad de voto. Si ICV lo decidió este lunes, en un consejo nacional, tras la posición en ese sentido de su dirección, los dos grandes sindicatos, CCOO y UGT, consideran que ya fijaron su posición en sus congresos respectivos. “Nos comprometimos por el derecho a decidir, y ahora los afiliados decidirán en qué sentido decantarán su voto”, asegura el secretario general de UGT de Catalunya, Josep María Álvarez.

La disyuntiva de la izquierda

El compromiso, en el caso de ICV, llegó hasta la primera parte de la pregunta de la consulta. En ella se pide si se está a favor de que Cataluña sea un estado. Si se responde afirmativamente, se puede contestar la segunda pregunta: si se desea que ese estado sea independiente.

La dirección del partido ecosocialista, que codirigen Joan Herrera y Dolors Camats, apuesta por un ‘Sí’ rotundo a la primera pregunta. Pero los problemas han llegado en el segundo apartado. Durante meses, y de forma larvada, ICV ha vivido un debate de gran intensidad, porque su militancia estaba dividida casi en dos mitades. ¿Solución? Ofrecer libertad de voto, lo que evidencia que las fuerzas de izquierda –salvo ERC, donde prima más la cuestión nacional– han vivido con incomodidad el proceso soberanista.

Los que lo tienen claro han marcado ya su posición, desde la CUP, hasta la propia Esquerra. No dudan, y defienden la independencia. 

Jugar con fuego

Los sindicatos, en determinados momentos del proceso, han apuntalado al soberanismo, aunque con el latiguillo de que se defendía el derecho a decidir.

Lo cierto es que las propias entidades que lo defendían jugaron al equívoco, y en realidad apostaron desde el primer minuto por la independencia, como la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) u Òmnium Cultural. El propio Álvarez y el secretario general de CCOO en Cataluña, Joan Carles Gallego, participaron en un acto que fue decisivo para mostrar dónde estaban.

Fue el pasado mes de marzo, en un acto unitario bajo el título de El mundo del trabajo, por el derecho a decidir, junto a la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals. La idea que defendieron los dos líderes sindicales es que los derechos sociales no se podían separar de los derechos nacionales.

Ello molestó mucho al otro gran partido de la izquierda, el PSC, que sigue rechazando la consulta del 9 de noviembre.

Pluralidad interna

Joan Carles Gallego argumenta ahora la decisión de no tomar partido, al margen de si se celebra o no la consulta. “CCOO defendió el derecho a decidir, y lo que queremos es que el debate sea vivo, que se tenga toda la información, y que se constate que el problema no es jurídico, sino político, dejando claro que el sindicato es muy plural”, asegura, en alusión a la suspensión cautelar dictada por el Constitucional. 

El problema es que las direcciones de los dos sindicatos han sido vistas, en muchas ocasiones, como muy cercanas a las tesis de los partidos soberanistas. El propio Josep Maria Álvarez, de UGT, admitió que el sindicato había sufrido bajas de afiliados por apoyar la consulta. “Soy plenamente consciente de que hay gente que lleva este tema con pesadumbre y dificultades”, aseguró en una entrevista reciente.

Soberanismo al alza

Ahora, a poco más de un mes de la fecha del 9N, si es que se llega a celebrar, Álvarez incide también en la “pluralidad del sindicato”, con afiliados tan importantes como la actual consellera de Benestar Social, Neus Munté, una dirigente de Convergència, pero con afiliados también en partidos de izquierda. El líder de UGT en Cataluña asegura que ha llegado el momento de “formular preguntas, de saber qué país se podría construir a partir de ahora”, desde la convicción de que el derecho a decidir ha cambiado por completo la situación y de que el soberanismo podría cobrar más fuerza.

Los dos sindicatos, sin embargo, a pesar de buscar esa equidistancia, en beneficio de sus afiliados, estuvieron presentes en la última exhibición soberanista, en la Diada del pasado 11 de septiembre. En ese momento, –si es que no estuvo claro en las anteriores Diades– los que formaron parte de la V defendieron, sin ambigüedades, la independencia, no el derecho a decidir. Los cánticos y las esteladas fueron elocuentes.

Opción de futuro

Ahora no quieren ‘mojarse’ por ninguna opción. Insisten en que la apuesta fue por el referéndum, por la posibilidad de que los catalanes pudieran votar. Aunque el 9N no se celebre, esa opción se mantendrá.

Por lo que, en algún momento, las fuerzas sindicales, que han acompañado en los dos últimos años al President Artur Mas en el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, –consiguiendo arrinconar a partidos como el PSC– se verán en la tesitura de defender una opción concreta, más allá de la libertad de voto.

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