ERC usa la mesa de diálogo para mancillar a Sánchez ante 15 gobiernos
El conseller Alfred Bosch dice que la mesa de diálogo equipara a España y Cataluña como interlocutores ante otros países
El surrealismo independentista vive un auge con la mesa de diálogo. Quim Torra y Esquerra Republicana (ERC) se coordinan para burlarse de Pedro Sánchez nada más finalizar la primera reunión de negociación bilateral con el Gobierno. La Generalitat no solo inauguró una de sus «embajadas» apenas unas horas después del encuentro del pasado miércoles, sino que se asumió como un interlocutor con otros gobiernos tan válido como el Estado, y se ha dado a la tarea de «informar sobre la situación» al mundo.
El conseller de Acción Exterior, Alfred Bosch, ha revelado este lunes que después de la primera reunión de la mesa de diálogo envió a gobiernos extranjeros el comunicado conjunto que suscribieron los representantes de Moncloa y el Govern que participaron en el encuentro. «Cuando les explicas que el mismo Gobierno español ha reconocido que está hablando de igual a igual con el Govern», entienden que «la parte catalana» es un «interlocutor válido incluso para el Gobierno español», ha afirmado el cargo de ERC.
Por tanto, ha apostillado, el Govern «también debe ser un interlocutor» con los gobiernos extranjeros, «para informarlos sobre la situación». A entender de Bosch, los líderes políticos internacionales hasta ahora habían relegado el llamado «conflicto catalán» a un asunto interno español que no tiene solución internacional, pero con el inicio de la mesa de diálogo se ha abierto una nueva etapa en la que Torra, como presidente autonómico, tiene tanto peso como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
«Cataluña quiere estar presente en el mundo»
Bosch ha enviado el comunicado a las «embajadas» de la Generalitat en el exterior para que lo compartan con los gobiernos y demás actores políticos de sus países. Según la web del departamento de Acción Exterior, el Govern tiene 15 delegaciones en activo en el extranjero, contando la de Portugal, que fue inaugurada el pasado jueves en un acto en el que el conseller republicano ya había empezado a deslizar estos delirios de reconocimiento internacional que, según él, alimenta Sánchez al animar el diálogo.
Durante la apertura de la «embajada» de Cataluña en Portugal, el mismo Torra dijo que, con esta nueva delegación, «consolidamos nuestra vocación internacional lanzando un mensaje claro: Cataluña quiere estar presente en el mundo». El relato que se intenta vender a los periodistas y políticos de otros países es que la mesa de diálogo ayuda a internacionalizar la agenda soberanista catalana porque el Gobierno ya reconoce el «conflicto», lo que supone un paso más para conseguir la ansiada república.
Se desconoce cuántos de los 15 países a los que Bosch envió el comunicado han dado respuesta. Pero, en general, el Govern de Torra no ha tenido mucho éxito en el extranjero: tras el fallo del procés, el propio president envió 40 cartas a líderes internacionales para denunciar la «represión» del Estado español. Nadie respondió.