Sánchez tiende la mano a ERC en la campaña contra JxCat
El Gobierno se cobra la mesa de diálogo colando por sorpresa el techo de gasto de 2021 en el objetivo de déficit facilitado por ERC
La abstención de ERC que facilitó la aprobación de los objetivos de déficit y gasto del Gobierno, el pasado jueves, fue justificada por la formación de Oriol Junqueras como una forma de «corresponder a la celebración positiva de la mesa de diálogo y dar opción a que se pueda negociar y hablar». Tan solo unas horas antes, el miércoles, en Moncloa se celebraba la primera reunión de la mesa de diálogo entre gobiernos, una de las exigencias de Esquerra para entregar a Pedro Sánchez la llave del Ejecutivo central.
Para sorpresa de los diputados de la oposición, el proyecto de déficit y gasto que la ministra María Jesús Montero defendió en las Cortes deslizaba un as bajo la manga que tiene visos de relajar tanto al Gobierno como a ERC en sus aspiraciones a medio plazo: asegurar la continuidad de la legislatura incluso en el caso de que no se apruebe el Presupuesto de 2020 por un lado, y liberar a los de Junqueras de las presiones de JxCat si el president Quim Torra finalmente convoca elecciones catalanas para el verano.
La ministra portavoz y titular de Hacienda incluyó en el proyecto aprobado el techo de gasto de 2020 pero también el de 2021, cuando lo usual es votar el techo de gasto del año siguiente en junio. El incremento del 3% del gasto sobre el de 2020 no fue nunca anunciado por el Gobierno y ahora que está aprobado ya no hay que pasar por un nuevo trámite parlamentario para ello antes de cavilar las cuentas de 2021. Y ERC no se vería obligado a facilitar su aprobación en junio, cuando podría estar en precampaña electoral contra JxCat.
«No tienen que volver a pedir favores nuevos»
«Sabemos lo que votamos», afirman fuentes de ERC consultadas por El Periódico. Lo cierto es que el texto del acuerdo sobre la senda de objetivos de déficit de 2021 a 2023, en el que se coló el techo de gasto para los Presupuestos de 2021, era público desde el 21 de febrero, cuando se publicó en el Boletín de las Cortes. Pero, por las razones que sean, ni el Ejecutivo de Sánchez ni la oposición pusieron esta información en la palestra pública antes de la votación.
No fue sino hasta que lo denunció la portavoz del PP, Elvira Rodríguez, durante el debate previo a la votación, que se supo. «¡Sorpresa! Lo primero que pensé es que nos lo habían metido de macuto, aprovechando las circunstancias favorables a su aportación por los pactos suscritos (con PNV) y la mesa de negociación de ayer (con la Generalitat)», exclamó Rodríguez, pero ya era tarde. «ERC cumple los acuerdos», dijo el portavoz republicano Gabriel Rufián para justificar su abstención en la votación, con la que pagó al PSOE y Podemos el inicio del diálogo bilateral.
«En ningún momento se ha ocultado nada», defendió el viernes Montero, criticando que los parlamentarios del PP «no hayan leído ni el acuerdo del Consejo de Ministros ni la documentación que acompañaba el debate». Pero Rodríguez entiende que la misteriosa forma de actuar del Gobierno ante este trámite parlamentario es porque «así no tienen que volver a pedir favores nuevos» a ERC, pues «el Gobierno se podría estar preparando ante la eventualidad de no poder aprobar el Presupuesto de 2020» por el ruido de las elecciones catalanas.