Sánchez y Torra se bajan de la mesa de diálogo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Quim Torra, se han emplazado a seguir reuniéndose en el marco de la mesa de diálogo una vez al mes. Ambas delegaciones han firmado un comunicado conjunto al filo de la primera reunión del espacio de diálogo bilateral, que se extendió durante más de tres horas este miércoles en el Palacio de la Moncloa.

Ls presidentes y vicepresidentes solo volverán a participar de las reuniones cuando haya que «ratificar acuerdos políticos», a menos de que una de las partes «decida otra composición». Es decir, Sánchez y Torra se bajan por ahora de la mesa de diálogo y delegan en «un grupo de trabajo integrado por una delegación de cada parte». En rueda de prensa se confirmó que los presidentes solo se reunirán cada seis meses.

El comunicado también dice que «cualquier acuerdo que se adopte en el seno de la mesa se formulará en el marco de la seguridad jurídica». Sobre la primera reunión, el documento dice que ha servido para «sentar las bases del diálogo» y «constatar la naturaleza política del conflicto y que este requiere de una solución política». El Gobierno y la Generalitat concuerdan en que la mesa de diálogo es «un instrumento para vehicular una solución».

Además de Torra y Sánchez, que han presidido la reunión, en la primera mesa de diálogo han participado la vicepresidenta Carmen Calvo y los ministros María Jesús Montero, Salvador Illa, José Luis Ábalos, Carolina Darias y Manuel Castells. La parte catalana se ha completado con el vicepresident Pere Aragonès, los consellers Jordi Puigneró, Elsa Artadi y Alfred Bosch, la portavoz de ERC Marta Vilalta y el diputado del Parlament Josep Maria Jové.

El vicepresidente segundo Pablo Iglesias se ha ausentado por enfermedad pero es un miembro de la delegación del Gobierno.

Comunicado conjunto del Gobierno de España y la Generalitat de Catalunya tras la primera reunión de la mesa de diálogo bilateral

Torra no obtiene respuesta a la «autodeterminación»

El presidente catalán ha comparecido ante los medios una vez finalizada la reunión y ha constatado que desde el Ejecutivo central no se ha dado respuesta a sus demandas de «amnistía» para los presos del procés y el «derecho de autodeterminación» para Cataluña, que desde el Govern se propone alcanzar a través de un referéndum. «No tenemos una respuesta por parte del Estado», ha lamentado.

Quim Torra ha afirmado que la reunión ha servido para «poner de manifiesto las discrepancias» entre las dos partes «con respecto a la naturaleza y las vías de solución del conflicto». El president ha resaltado la necesidad de definir la posición de cada una de las partes desde el inicio de la mesa de diálogo y ha señalado que los miembros de la Generalitat no se levantarán del espacio de negociaciones bilaterales.

El líder independentista también ha exigido un mediador «que ayude a clarificar y que no haya distorsiones en el debate» para que «el diálogo sea honesto». Torra ha anunciado que la próxima reunión tendrá lugar en marzo en Barcelona (alternarán cada mes entre Madrid y la capital catalana) y se ha comprometido a aislar la mesa de diálogo de «cualquier hecho que pueda afectarla», como la negociación de los Presupuestos Generales del Estado.

Por su parte, la ministra portavoz María Jesús Montero ha celebrado que con la reunión se hayan sentado «las bases de una nueva etapa», aunque ha admitido que desde el Gobierno no esperan «frutos en el corto plazo», porque es «una negociación muy compleja». También ha confirmado que el Ejecutivo ha rechazado la exigencia del mediador internacional de Torra y una parte del espacio independentista.