El plan de Torra para que vuelva la tensión al Parlament

El presidente de la Generalitat planea forzar un pleno sobre lazos amarillos y someter a votación todas las leyes suspendidas por el TC

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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, parece cada vez más cómodo con las aparatosas tensiones que se están viviendo en las calles de Cataluña con los lazos amarillos. Tanto es así que Torra tiene la intención de forzar un pleno «sobre convivencia» a partir del mes de octubre, ya que, hasta entonces, no habrá sesiones parlamentarias debido a las discrepancias que arrastran Junts per Catalunya y ERC para sustituir a Carles Puigdemont como diputado (fue suspendido de sus funciones por el Tribunal Supremo).

Antes de llegar a ese pleno, Torra prepara conmemoraciones de todo tipo para recuperar la efervescencia soberanista: celebración de la Diada de Cataluña (11 de septiembre), recuerdo de la entrada en la cárcel de ‘los Jordis’ (20 de septiembre), homenaje a la fatídica votación del 1 de octubre, tributo a la proclamación de la república catalana (10 de octubre) y aniversario de la aprobación en el Parlament de la declaración unilateral de independencia (27 de octubre).

Con todo ello, el gobierno catalán aspira a crear un clima propicio para un nuevo intento rupturista (todavía sin fecha). Es lo que el presidente de la Generalitat llama buscar «nuestro momento», precisamente el título que piensa dar a su conferencia de la semana que viene (4 de septiembre). 

Todo ello convierte en prácticamente intransitables las conversaciones que mantienen Gobierno y Generalitat, las cuales se pondrán a prueba en la Junta de Seguridad de la semana que viene. Será también el momento de comprobar si la Generalitat se ha salido con la suya, puesto que quiere evitar que se trate el tema de los lazos amarillos en esta reunión, a diferencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que exige su evaluación.

La relación entre Torra y Sánchez

Lo cierto es que Torra parece cada vez menos dispuesto a dar cuerda a la relación con el Gobierno. El titular de la Generalitat exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una oferta clara relacionada con el encaje de Cataluña y ya amenaza con poner fin a la escenificación del deshielo. «No iremos a hacernos fotos ni a continuar retóricas que no nos llevan a ningún lado», ha declarado a Vilaweb.

Las palabras de Torra presagian que la crisis catalana no tardará en volver a fase crítica. El presidente catalán, tras reunirse con Puigdemont, ya ha anunciado que piensa someter a votación en el Parlament las leyes suspendidas por el TC, una maniobra con la que pretende medir su relación con Catalunya en Comú (hay leyes de contenido social entre las anuladas).

A lo largo del otoño, Torra tendrá elementos suficientes para comprobar la estabilidad que puede conseguir su gobierno de coalición. La CUP sigue señalada como «socia preferente», pero, en realidad, los antisistema no piensan respaldar los presupuestos. Todo ello podría precipitar una nueva convocatoria electoral, pero el presidente vicario intenta alejarla por el momento: «No veo que haga falta elecciones».

 

 

 

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