Justicia confirma la revisión de los delitos de sedición y rebelión
El Ministerio de Justicia estudia la reforma de los delitos de sedición y rebelión, en pleno acercamiento a ERC y el PDeCAT para aprobar los presupuestos
El Ministerio de Justicia está estudiando cómo modificar los delitos de sedición y rebelión en el Código Penal. La reforma estaba encima de la mesa desde el inicio de la legislatura, pero ha tomado forma en plena negociación presupuestaria. Un gesto que podría interpretarse como un guiño para ganar el apoyo de los partidos independentistas en el debate sobre las cuentas.
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha confirmado este domingo que su departamento “ya está trabajando” en la renovación de los dos tipos penales, una de sus promesas electorales. “¿Alguien ha dudado de que esto se va a hacer? Lo dijo el presidente del Gobierno en el debate de investidura y yo mismo en sede parlamentaria”, ha señalado en una entrevista a El Mundo.
Campo ha incidido en que son dos delitos que “llevan escritos demasiado tiempo”, por lo que necesitan una reforma que les dé un carácter de “modernidad”. Un hecho del que se percataron tras la sentencia del juicio del “procés”, que terminó con condenas de hasta 13 años de cárceles para los líderes de la cúpula independentista.
El ministro no ha entrado a valorar la sentencia, aunque ha subrayado la necesidad de encontrar soluciones políticas para el conflicto en Cataluña que no pasen por la Justicia. “Solo puedo manifestar un respeto enorme a las decisiones judiciales, aunque también tengo claro que las sentencias no resuelven problemas políticos”, ha enfatizado.
El Gobierno busca apoyos del independentismo para los presupuestos
Los guiños de Campo se producen en unas semanas vitales en la negociación de los futuros Presupuestos Generales del Estado. Desde el Gobierno, ya ha mostrado la mano tendida a pactar las cuentas con un amplio espectro político, que abarca desde Ciudadanos hasta las formaciones nacionalistas catalanas.
Para lograr el apoyo del independentismo, Pedro Sánchez aceptó la convocatoria de una nueva sesión de la mesa de diálogo sobre Cataluña. Uno de los requisitos para que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se sentara a negociar los presupuestos.
Varios miembros del Gobierno han lanzado también mensajes públicos en los últimos días para captar el apoyo del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT). Buscan sumar al acuerdo a los cuatro diputados díscolos, que se han desmarcado de la línea del partido por sus desencuentros con Carles Puigdemont.