El coronavirus amenaza con volver a descontrolarse en Cataluña
Salud ya valora extremar el confinamiento en la comarca del Segrià en Lleida y teme por la saturación de hospitales
Alarmas encendidas en Cataluña. La detección de nuevos contagios de coronavirus sigue aumentando, y la situación en Lleida es cada vez más preocupante. Si este martes se anunciaron 267 nuevos casos de Covid-19 en la comunidad autónoma, este miércoles ya se han sumado otros 288 positivos en las últimas 24 horas, de los que 152 han sido en la ciudad de Barcelona, según datos del departamento de Salud de la Generalitat.
El principal foco, al menos por las medidas sanitarias que se toman en la primera línea de la política, es la comarca del Segrià, en Lleida. Desde el sábado, cuando el Govern de Quim Torra decretó un confinamiento perimetral para las 200.000 personas que viven en la zona, se han detectado casi 250 nuevas infecciones. La semana antes de que la Generalitat tomase la decisión hubo un total de 351 diagnósticos en la comarca.
El confinamiento perimetral del Segrià no es suficiente, según la consejería de Salud, que ya valora extremar las medidas en la región. Existe además el riesgo de tener hospitales saturados, ha advertido el Institut Català de la Salut en Lleida, señalando que el Hospital Universitario Arnau de Vilanova podría alcanzar su máxima capacidad si no se le dota de más personal y de circuitos de derivación de pacientes.
La gerente de las regiones sanitarias de Lleida y Alt Pirineu y Aran, Divina Farreny, ha afirmado este miércoles que «estamos en situación de transmisión del virus alta, y hay transmisión comunitaria», entendiendo que harán falta medidas más contundentes. «Este rebrote nos ha llegado antes de tiempo y nos ha cogido a contrapié», ha reconocido el gerente del Institut Català de la Salut en Lleida, Ramon Sentís.
Confinamiento domiciliario
Desde el pasado sábado 4 de julio a las 12.00 horas, los habitantes del Segrià solo pueden entrar y salir de la comarca por motivos de residencia antes de las 16.00 horas. Hay excepciones, como trabajadores, transportistas, comercios y prestación de servicios. También están prohibidas las reuniones de más de diez personas, tanto en público como en privado, y se pide a la población vulnerable permanecer en su domicilio y salir solo para lo «imprescindible».
Torra y la consellera de Salud, Alba Vergés, afirmaron el sábado que no contemplaban confinar a la población en sus casas, pero este miércoles ya no lo veían tan claro. No es solo que ya lo piden las autoridades sanitarias de la zona, sino que la portavoz del Govern, Merixtell Budó, adelantó que el ejecutivo catalán está estudiando si caben medidas «más drásticas» en Lleida, asegurando que el Govern tomará las decisiones «que sean necesarias».
El investigador especializado en enfermedades infecciosas, Oriol Mitjà —asesor estrella de Torra durante el estado de alarma—, se ha mostrado partidario de un confinamiento domiciliario en el Segrià, a poder ser de forma inmediata. El experto ha criticado que las cadenas de transmisión «no están controladas». «Recibimos pocos datos de los casos y de las intervenciones que se están haciendo, pero es una situación muy preocupante», ha añadido.
La preocupación por el brote en Lleida la comparte también el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha señalado que no se puede descartar el confinamiento domiciliario en la localidad. Y el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, ha pedido cambiar el marco jurídico actual para poder retener a pacientes con síntomas o diagnóstico de Covid-19, toda vez que muchos «desaparecen después de hacerse las pruebas».
Tras todas estas declaraciones, Vergés ha enfriado de momento la idea del confinamiento en las casas en el Segrià, aunque ha informado de que siguen estudiando tomar medidas más radicales. La consejera de Salud ha argumentado que la evolución de los parámetros sanitarios todavía no obliga a tomar una decisión como esa, sin descartarla en función de cómo progresen los datos en las próximas horas y días.
De momento, el Govern ha materializado la norma de la mascarilla obligatoria en todo momento en toda Cataluña, que afecta a los mayores de 6 años con independencia de que puedan guardar o no la distancia de seguridad entre las personas. La normativa aplica tanto al aire libre como en espacios abiertos o cerrados, con la excepción de las actividades deportivas. Los residentes en Cataluña están obligados a llevar mascarilla siempre que estén fuera de casa; la multa es de 100 euros.
El coronavirus en Barcelona
Al margen de la situación en Lleida, la ciudad condal también es motivo de ansiedad para el Govern. El leve repunte de casos detectados por pruebas PCR la semana pasada (150) es un 67% superior a la semana anterior (90). La cifra revelada esta semana es la segunda mayor semanal desde la primera semana de junio. No obstante, la concejal de Salud del Ayuntamiento, Gemma Tarafa, asegura que esto «no tiene nada que ver con la situación de Lleida».
Ada Colau ha trasladado este miércoles su preocupación por «la experiencia de Lleida» y por el seguimiento de los casos, reclamando a la Generalitat que detalle cómo funciona el dispositivo para seguir casos en la capital catalana. «Lo que nos preocupa es el tema del rastreo, que es lo que ha fallado en Lleida», ha señalado la alcaldesa barcelonesa, que ha pedido al Govern «la máxima celeridad» para garantizar que el sistema está funcionado.
Colau ha explicado que las cifras de casos en Barcelona son similares a las del inicio de junio, y por ello ha insistido que, especialmente si siguen aumentando los contagios, «hay que garantizar el 100% del rastreo».