Carles Castillo abandona el PSC tras chocar con Salvador Illa
El diputado del PSC, próximo a planteamientos de Podemos y de ERC, fue el primero de los socialistas en visitar a Junqueras a la cárcel
El diputado socialista Carles Castillo ha roto el carnet del PSC. Y lo ha hecho con duros reproches a la “deriva” política tanto del PSC como del PSOE. En la dirección de los socialistas catalanes no ha causado sorpresa la decisión del diputado tarraconense, que en ocasiones actuó como un verso libre. Ya se esperaban su salida.
La dirección que lidera Miquel Iceta ni siquiera reaccionó al portazo de Castillo pese a anunciar que, por el momento, retendrá su escaño en el parlamento catalán. Confirmó que dejará el acta de diputado en las próximas semanas. Es probable que su dimisión coincida en el tiempo con la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña.
Castillo comunicó su baja como militante mediante una carta dirigida al primer secretario del PSC, Miquel Iceta; al secretario de organización del partido y ministro de Sanidad, Salvador Illa, así como a la dirección del partido en Tarragona. En esta misiva esgrime que se va del PSC al “no poder entender ni compartir” la postura de los socialistas en diversas cuestiones. También se muestra muy crítico con el PSOE por mantener la reforma laboral del PP, la ley Mordaza o por alardear de “alma republicana” mientras apoya a una monarquía “corrupta”.
Fuentes socialistas indican que Castillo se ha dado de baja de militante a sabiendas de que el partido no contaba con él como candidato a la alcaldía de Tarragona, un puesto por el que se postuló, ni para ocupar un lugar de elección garantizada en las listas del PSC para las próximas elecciones catalanas.
Estas fuentes indican que Castillo tuvo repetidos desencuentros con dos pesos pesados del partido: Josep Fèlix Balleteros, que sigue liderando el grupo municipal socialista en Tarragona pese a estar pendiente de juicio por el caso Inipro; y con Salvador Illa, que le vetó las visitas a los presos independentistas.
Ballesteros dificultó sus aspiraciones para convertirse en alcaldable de la ciudad, al retrasar las primarias hasta 2022; mientras que Illa cortocircuitó sus movimientos en la política catalana.
Visita a Junqueras
Castillo fue el primer cargo del PSC que visitó a Oriol Junqueras en la cárcel. Este encuentro ocurrió el marzo de 2018, cuando el líder de ERC se encontraba aún como preventivo en la cárcel madrileña de Estremera.
Castillo dice en la carta que no entiende “por qué hay tanto complejo en incapcidad” en la dirección del PSC, en la que algunos de los que hasta ahora han sido sus compañeros “se han sentido incapaces de explicar que habían ido a visitar a los políticos presos a la cárcel”.
Después de Castillo, dirigentes socialistas como José Montilla, Jaume Collboni o Antonio Balmón también visitaron a los presos independentistas, aunque de manera más que discreta. Fue Illa quién vetó estos contactos.
En la carta, Castillo muestra ciertas sintonías con Podemos y, especialmente, con ERC. Incluso critica las campañas “negativas” de los socialistas hacia el actual alcalde de Tarragona, el republicano Pau Ricomà.
“No entiendo cómo en Tarragona ciudad, después de haber estado gobernando 12 años, podemos dedicarnos a hacer campañas en negativo de todo lo que se hace en la ciudad, y pretender poner continuamente el dedo en el ojo de los que intentan cambiar algunas dinámicas tarraconenses que nosotros no quisimos o no fuimos capaces de cambiar”, afirma Castillo.
Pese a estos guiños, fuentes próximas a Castillo aseguran que no ha cerrado ningún acuerdo para colaborar con otras fuerzas políticas, al menos, por el momento. Insisten en que Castillo no tiene problemas en sobrevivir fuera de la política. Con anterioridad, ejerció de abogado.