El continuismo se impone en las elecciones de los API de Barcelona
El continuista Gerard Duelo se impone al renovador Francesc Quintana por un centenar de votos en las elecciones del Colegio Oficial de API de Barcelona
El Colegio Oficial de API de Barcelona tiene desde este jueves a un nuevo presidente. Gerard Duelo, propietario del grupo GD Brookers, se impuso a Francesc Quintana, consejero delegado de Vivendex, por 518 a 409 votos.
Duelo relevará a Joan Ollé, que ha estado al frente de este colegio de API durante los últimos veinte años. Ollé continuará como presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña (AIC) hasta que venza su mandato en 2020.
La participación fue del 52,4%. Se trata de una concurrencia muy alta en unas elecciones a un colegio profesional. Tenían derecho a voto 953 colegiados en ejercicio y 168 que ya no están en activo. El sufragio de los primeros tiene un valor doble que el de los segundos. En realidad, Duelo se ha impuesto a Quintana por 109 votos, que equivalen a 55 colegiados en activo.
Quintana lamentó que “faltó poco para el cambio” en el colegio barcelonés. No descarta presentarse a las elecciones a la AIC que se celebrarán dentro de dos años, aunque precisa que prefiere “madurar” esta decisión con tranquilidad. Destaca que el resultado de este jueves pone en evidencia la existencia de un “núcleo importante de oposición” a la nueva junta “continuista” de Duelo.
En un mensaje de WhatsApp enviado a colegiados, Duelo agradeció “el valiente apoyo mostrado públicamente por la practica totalidad de la junta anterior” y, en especial, por “mi buen amigo Joan Ollé”.
Negociar con el consejo español
Una vez proclamado presidente, Duelo deberá negociar la relación del colegio barcelonés con el Consejo de Colegios Oficiales de API de España, del que se separó en 2013. Diversas sentencias judiciales adversas condenaron a la junta de Barcelona a seguir pagando las cuotas al consejo español.
Precisamente, como despedida de la presidencia del colegio barcelonés, Ollé envió el miércoles una carta al presidente del consejo general español, Diago Galiano. En esta misiva, Ollé daba por hecho que quien sea su sucesor cumplirá con la ley catalana de colegios profesionales y con las decisiones de las asambleas de colegiados. Precisamente, la segregación del consejo español se aprobó en una de estas asambleas.
Ollé recrimina unas declaraciones que Galiano concedió a Economía Digital. Ollé manifiesta en la carta que “es inadmisible que en la entrevista mencionada hables de imposición unilateral de un texto y mucho menos de chantaje”.