El ERE de Caixabank pone más presión al Santander
Banco Santander empieza las negociaciones del ERE para 3.700 empleados el 23 de mayo después de que Caixabank cerrara el suyo sin medidas forzosas
El Banco Santander tiene previsto un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 3.700 trabajadores y supondrá el cierre de 1.150 oficinas. Este, que aún no se ha comenzado a negociar, llega poco después de que otro gran banco del IBEX haya terminado exitosamente las negociaciones con los sindicatos para lleva a cabo el suyo.
Así la semana pasada, y tras cuatro meses de negociaciones, Caixabank alcanzó un preacuerdo sobre el ERE que presentó. En él, redujo el número de salidas el 6% sobre la cifra inicial y pasó de afectar a 2.157 empleados a 2.023.
Pese a que en este caso no todos los sindicatos estuvieron de acuerdo –CCOO dijo que no lo firmaba– la entidad logró llegar a un entendimiento. De hecho, Caixabank está acostumbrado a las negociaciones. En seis años ha acometido más de 8.000 despidos en seis años en distintos procesos de recorte de personal.
En total, hasta ocho reestructuraciones desde 2013. En todos ellos, la entidad ha intentado reducir la plantilla a través de prejubilaciones y salidas voluntarias.
El Santander ha trasladado su disposición de acometer el ERE a través de bajas incentivadas y prejubilaciones
También esta es la idea del Santander, que trasladó su disposición a acometer los ajustes de forma no traumática, es decir, con bajas incentivadas y prejubilaciones. El Santander iniciará las negociaciones formales con los sindicatos para ultimar las medidas del ERE a partir del 23 de mayo.
Además, tras la presentación de los resultados del primer trimestre del año, en el que el beneficio se redujo un 10%, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, aseguró que tiene «el mejor ánimo para que el proceso dure el menor tiempo posible».
El Santander presentó un informe a los representantes de los trabajadores en el que justificaba las razones para realizar los despidos. El banco de Botín argumenta el despido masivo con factores como la digitalización de la empresa, la irrupción de las fintech y el proceso de desbancarización de la entidad.
En este caso el ERE afectará principalmente a la red de oficinas, aunque de rebote impactará en sus estructuras de apoyo y a los servicios centrales.
8.000 despidos de Caixabank
Los ocho procesos de reestructuración de Caixabank comenzaron cuando compraron Banco de Valencia y Banca Cívica. Tras la adquisición, la entidad tuvo que eliminar duplicidades. Así, ese año llevó a cabo un gran ERE que supuso 2.600 salidas y le costó 785 millones.
Lo mismo ocurrió en 2014, tras la compra del negocio de Barclays en España. En este caso pactó cerca de 1.000 bajas más, que se ejecutaron la primera mitad de 2015. Finalmente, salieron 968 trabajadores, lo que costó 187 millones. Ese mismo año, en el segundo semestre, hubo 700 bajas incentivadas más, cuya factura fue de 284 millones.
En 2016 hubo dos reestructuraciones: 371 prejubilaciones y 386 recolocaciones, con un coste de 281 millones de euros. Al año siguiente, la entidad que dirige Gonzalo Cortázar prejubiló a 960 empleados más en dos procesos que sumaron unos costes de 455 millones.