La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha rebajado este martes la previsión de crecimiento de la economía española para los próximos cuatro años. No solo el PIB no incrementará en torno al 1,8% que había previsto la también vicepresidenta de Asuntos Económicos a finales del pasado ejercicio –crecerá un 1,6%, según la nueva previsión–, sino que durante el resto de la legislatura (en caso de que la misma logre sobrevivir al esquema político actual) el crecimiento no será el que se esperaba.
El Gobierno prevé ahora que la economía crezca un 1,5% en 2021; un 1,6% en 2022; y un 1,7% en 2023, lejos del 2% con el que habría cerrado el año 2019. Así lo ha expuesto Calviño en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, en la que ha revelado sus nuevas previsiones macroeconómicas, que pasan por relajar la presión para reducir el déficit público, una senda fiscal que ha sido elaborada precisamente a partir de las previsiones menores de crecimiento expuestas.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha fijado el objetivo de déficit público para este año en el 1,8% del PIB, una flexibilización de 1,3 puntos con respecto al aprobado en 2017. También es una décima más que la desviación que el Gobierno comunicó a Bruselas el año pasado. Los ministros también han dado el visto bueno a un techo de gasto no financiero para 2020 de 127.609 millones de euros; un 3,8% superior al presupuesto base de 2019, establecido en 122.899 millones.
Igualmente, el nuevo marco macroeconómico español contempla una caída en la creación de empleo, que baja seis décimas hasta el 1,4%. En el último cuadro macro de octubre de 2019, la tasa de paro se situaba en el 12,3%; en el nuevo que han presentado Calviño y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha incrementado hasta el 13,6%. «La creación de empleo se está desacelerando pero dentro de unos niveles francamente señalables», ha admitido Calviño.
Déficit
El déficit para 2021 se ha fijado en el 1,5%; en 2022, en el 1,2%; y en 2023, en el 0,9%. La meta oficial de déficit recogida en el cuadro macroeconómico del exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, era del 0,5% para 2020 y un superávit del 0,1% para 2021. Según los planes del Gobierno, esto es imposible. La actual «es una senda creíble y realista», ha afirmado Calviño. El objetivo impuesto por Bruselas, del 1,1%, tampoco es viable, porque «no se corresponde con la realidad española».
Este anuncio supone el primer paso para la elaboración del Presupuesto General del Estado de 2020. Montero ha afirmado este martes que el proyecto de las cuentas se aprobará a lo largo del verano, por lo que la tramitación en el Congreso se podría iniciar en septiembre. La ministra de Hacienda ha insistido en que la intención es presentar el presupuesto «lo antes posible» pero no llegarán al Congreso hasta haber negociado y conseguido los apoyos necesarios para garantizar su aprobación.