¿Quién puede sentarse a negociar el convenio del metal?
UPM y Pimec continúan su batalla por la representatividad mientras el fantasma de la huelga planea sobre el sector
Para negociar un convenio laboral se necesitan a representantes de las cúpulas y a portavoces de los trabajadores. Este es, precisamente, el gran obstáculo que falta superar para poder pactar el primer convenio del metal de Catalunya. Un año después de crear la mesa negociadora, la batalla entre patronales para repartirse las sillas impide que se inicien las conversaciones.
Los protagonistas son la Unió Patronal Metal·lúrgica (UPM), una de las sectoriales más importantes de Foment del Treball, y Pimec. La primera creó con UGT y CCOO a finales de febrero de 2012 la mesa de negociación y vio como, un año después, Pimec anunciaba que se unía a la negociación. ¿Quien puede sentarse a debatir un convenio? El vicepresidente de UPM, Manuel Rosillo, es muy claro: “La representatividad se acredita mostrando que eres la voz del 10% de las empresas y del 15% de los trabajadores del sector”.
Reconocimiento
¿Ha certificado Pimec que cumple con este requisito del Estatuto de los Trabajadores? Al ser preguntados por Economía Digital, los portavoces de la patronal aseguran que ellos disponen “del reconocimiento de los sindicatos y de la Generalitat” para participar en la mesa del metal. A lo que añaden que “nadie” les ha pedido que demuestren nada. ¿Les ha invitado el Govern, UGT o CCOO a unirse a esta mesa? “Nos consideran que somos suficientemente representativos”, señalan.
Los mismos interlocutores recuerdan que existe una acta de la reunión que convocó la Generalitat el lunes para avanzar en la negociación que “está firmada por todas las partes”. El mismo encuentro en el que UPM se negó a participar. Fuentes sindicales reconocen que la convocatoria del Ejecutivo se hizo “de tapadillo. No sabíamos quién participaría hasta que llegamos al encuentro”. El mediador es el propio número dos de la conselleria de Empresa i Ocupació, Ramón Bonastre.
Sector
En el sector del metal dominan las pequeñas y microempresas. Según fuentes empresariales, la foto final seria el 90% pymes y el 10% grandes empresas. Gigantes como Seat o Nisan, que son los que alimentan a toda la industria periférica formada por un gran número de compañías de unos cuatro trabajadores de media, explican representantes de los trabajadores.
Pimec no tendría problemas para conseguir este hito que marca el Estatuto de los Trabajadores. Pero los mismos interlocutores dudan de que cumpla realmente con el segundo de los requisitos por el número de empleados de sus empresas asociadas. La industria del metal en Catalunya da empleo a unas 220.000 personas. La inmensa mayoría trabaja en grandes multinacionales. Sólo Seat, por ejemplo, ocupa a 16.200 personas en Catalunya según el comité de empresa de la compañía.
UPM y Pimec sólo tienen, por el momento, un único punto en común en esta negociación. Asegurar que, a título individual, quieren conseguir un pacto cuanto antes mejor. CCOO y UGT han tomado distancia de la guerra patronal. Piden responsabilidades y les han emplazado a participar en una reunión en la sede de la primera el próximo 4 de abril. En las circunstancias actuales, es poco probable que UPM participe en ella. Se negarían por el mismo motivo que se levantaron de la mesa el lunes. Aunque si no se celebra el encuentro habrá consecuencias. Los sindicalistas han amenazado con contestar con una huelga sectorial.