Orange crece gracias a MásMóvil, su peor enemigo
El operador francés se ha hecho fuerte en el negocio mayorista, que ya representa el 15% de sus ingresos. Y el gran culpable es MásMóvil
La línea entre ser socio y competidor en el mundo de las telecomunicaciones es muy delgada. La relación entre Orange y MásMóvil es un claro ejemplo. Si bien es verdad que el operador naranja lleva semanas quejándose de la presión a la que el cuarto operador somete al mercado con sus precios bajos, también es cierto que su crecimiento le ha beneficiado gracias al negocio mayorista, hasta salvar sus últimas cuentas trimestrales.
Fue Orange quien en 2016 abrió la puerta a la entrada de MásMóvil en el mercado. El operador amarillo firmó un acuerdo con Orange por el cual podría acceder a su red mayorista, tanto en las zonas reguladas — 66 grandes ciudades del país, donde se concentra el 35% de la población y la mayor parte de los clientes más activos y más poder adquisitivo — como en las desreguladas.
¿Qué significa eso? Que a medida que Más Móvil crece, incorporando clientes a sus redes, Orange gana dinero. Solo durante el tercer trimestre de este año recibió 211 millones por su negocio mayorista, un 6,4% más que el mismo periodo del año anterior. Fue la línea de ingresos que más creció en España, hasta el punto que el negocio de Orange hubiese retrocedido en el mercado nacional al descontar este impacto (registró un -1,9% en ingresos móviles, un -0,9% en fijos y un -2,1% en venta de terminales).
Las cifras son orientativas, ya que la compañía no hace públicas los detalles del contrato que le vincula con MásMóvil. No obstante, fuentes del mercado apuntan a que el operador amarillo es uno de sus grandes clientes, además de que el acuerdo es el más importante en el mercado de las telecomunicaciones.
Esta alianza, renovada hace nueve meses, se extenderá con la previsión de que MásMóvil alcance en 2020 los 6,5M de hogares desplegados con fibra propia. Esto significaba en febrero que el cuarto operador multiplicará por tres su actual red y, por tanto, Orange seguirá beneficiándose.
A Orange le vale la estrategia. Los ingresos mayoristas, que ya rondan el 15% de los totales del grupo en España (1.340 millones en el último trimestre), ayudan a que la firma francesa siga como segundo operador del mercado por volumen de negocio, al superar en facturación a Vodafone (1.206 millones durante su segundo trimestre fiscal).
Acuerdo Más Móvil – Orange, un arma de doble filo
La otra cara de la moneda es que MásMóvil llegó hambriento a un mercado en el que actualmente es, de manera muy consolidada, el cuarto operador. Con una estrategia focalizada en la guerra del bajo coste, ha ido erosionando la base de clientes de sus rivales, Orange entre ellos.
El operador amarillo pesca en las partidas que descuida Orange, que se preocupa más por atraer a los clientes de valor. Mientras la compañía naranja sufrió una pérdida de clientes de “solo banda ancha” (-69.000) y de móviles prepago (-178.000) durante el tercer trimestre, el operador amarillo mostró una tendencia opuesta: ganó 95.000 clientes de banda ancha y 65.000 líneas móviles prepago.
La tendencia también se ve en las portabilidades, el termómetro que mide cuánto es capaz un rival de seducir a los clientes insatisfechos de la competencia. De acuerdo a la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Más Móvil, aunque empieza a captar clientes de la competencia a menor velocidad, logró hacerse con 291.000 líneas entre postpago móvil (+190.000).
Todo ello ha provocado que el status quo en el mercado de las telecomunicaciones sea muy distinto al de hace dos años. No es extraño que para frenar el auge del operador amarillo, los tres grandes del sector hayan iniciado una guerra de tarifas e incluso creado sus propias marcas low cost.
Para muestra, tres ejemplos: Telefónica creó O2 en junio, Vodafone copió hace unas semanas la fórmula con Vodafone Bit y Orange poco después compró República Móvil, con el objetivo de aumentar su cartera de marcas secundarias (Amena y Simyo).