El Govern evidencia que no tiene plan para salvar Nissan
La consellera Chacón y el president Torra se contradicen con el futuro de la Zona Franca. Ella dice que buscan un plan B; él, que contempla alternativas
El adiós de Nissan se ha convertido en un sálvese quien pueda entre la clase política. Tras dos años de apatía, la Generalitat de Catalunya despertó el pasado otoño con un viaje a Japón que no dio frutos. Con el cierre cantado, presentó junto al Ministerio de Industria un plan que la empresa ni contempló. Ahora, no logra ni siquiera crear un discurso coordinado entre sus distintos miembros: tanto admite que la planta está perdida y que busca alternativas como defiende en el Parlament que no hay plan B y que luchará por hacer rectificar a la firma nipona.
En una entrevista concedida a Expansión, la consellera d’Empresa, Àngels Chacón, admitía este miércoles que es “muy difícil que Nissan dé marcha atrás” con la clausura de la instalación de la Zona Franca (Barcelona). La líder independentista añadía que “desde hace tiempo” ya trabaja en otro proyecto industrial “en la Zona Franca o en otro sitio”. Chacón también avisó que la salida “se hará bien, pero sin facilidades”.
Sin embargo, horas después de la conversación, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, salió a la palestra para enmendar a su compañera de gabinete. En una comparecencia en el Parlament, el representante autonómico aseguró que el único plan del Govern “es luchar para que Nissan se mantenga”.
Al contrario que Chacón, Torra sostuvo que no existe un plan B. «El Govern de Cataluña no tiene un plan B. Tiene plan A, que es luchar para que Nissan se mantenga», afirmó en la sesión de control de la oposición.
El doble discurso de la Generalitat no solo rompe la unidad del organismo, también siembra dudas en el frente común que había formado con el Ministerio de Industria, que en sus declaraciones públicas también se mostró partidario de que «un futuro de Nissan en la Zona Franca con un modelo eléctrico todavía es posible» a pesar de que no hay ningún modelo pendiente de asignación.
El discurso de la Generalitat no cuadra
Las declaraciones de Chacón y Torra no son las únicas que entran en contradicción, pues la propia consellera d’Empresa se desdice a si misma en la entrevista. La líder soberanista asegura que llegó a la conclusión de que la organización nipona iba a cerrar la fábrica de Barcelona el pasado mes de noviembre, «cuando volvimos de la misión a Japón y hablamos con los sindicatos y la dirección de aquí».
Chacón recuerda incluso que abroncó a la cúpula de la compañía en Cataluña: «¿Por qué no nos dieron toda la información para ayudar antes?».
No obstante, sus palabras actuales contrastan, y mucho, con lo que dijo a la a vuelta del su viaje al archipiélago asiático. “Nissan ha reafirmado su compromisos con su planta en Cataluña”, celebraba en otoño. Y añadía: “Nissan también agradeció el apoyo del govern en la nueva planta de pintura de la fábrica de Zona Franca”.
En una entrevista concedida a Catalunya Ràdio incluso fue más lejos y aseguró que la dirección «no descartaba» traslader nuevos modelos a la planta de Barcelona. Más tarde, remató: «No tenemos que sufrir por el futuro de la planta».
Chacón no tuvo reparos en vender la continuidad de la instalación a pesar de que el encuentro fue con Osamu Goto, directivo de Asuntos Gubernamentales, y Miyuki Takahashi, directora de Relaciones Internacionales. Ninguno de ellos está entre los once miembros en el consejo de administración, los ocho directivos en el comité ejecutivo y los hasta 40 vicepresidentes de distintos rangos en su gobierno corporativo.
La Generalitat, sin contacto con la cúpula de Nissan
La propia consellera admitió en la entrevista a Expansión que después del encuentro se perdió el contacto con Japón. «Fue el Ministerio de Industria quien presentó y pivotó el plan trabajado conjuntamente para la factoría, perdemos la interlocución directa y comenzamos a ir a ciegas», lamentó.
En un encuentro celebrado el martes con la Ministra de Industria, Reyes Maroto, alcaldes implicados y agentes sociales Chacón dijo que a partir de ahora se obviará cualquier intento de comunicación de la cúpula europea por el «desprecio» realizado a la Generalitat.
En su comparecencia en el Parlament, Torra abundó en la idea y pidió que la comunicación se realice directamente con la dirección japonesa; una manera de admitir que no existía interlocución con Yokohama, donde el grupo centraliza la toma de decisiones.
Poco tiene que ver su la situacón actual con la reacción de la Generalitat en las anteriores crisis del sector. En el panorama empresarial son recordados los viajes de Jordi Pujol a Wolfsburgo para reunirse con la cúpula de Volkswagen y defender la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) durante los años 90 o la misión de José Montilla a la sede de Nissan en 2009.