Nissan vuelve a recibir dinero público para mejorar sus fábricas
La Generalitat da tres millones de euros al fabricante japonés para la planta de pintura que se quiere erigir en la Zona Franca
Nissan ya tiene ayuda de la Generalitat que pedía para construir una nueva planta de pintura que dé un impulso a la fábrica de la compañía en la Zona Franca (Barcelona). El grupo japonés recibirá una subvención de 3 millones de euros entre 2020 y 2022 que financiará una pequeña parte de la obra, imprescindible para que la instalación pueda funcionar con la nueva legislación europea.
La firma que en España dirige Genís Alonso ya utilizó el mismo recurso para la reinvención de Nissan Ávila como fábrica de componentes. Entonces, el fabricante puso 40 millones de euros de su bolsillo y, eso sí, la Junta de Castilla y León aportó los 50 millones restantes hasta alcanzar los 90 millones requeridos para el proyecto.
Vigiladas por la Unión Europea, las subvenciones deben otorgarse bajo el paraguas de actividades de I+D, pues sino la institución las considera un ataque a la libre competencia. De este modo, la Generalitat las vincula a la reducción de emisiones y el consumo energético de la nueva obra frente a la anterior, más allá del impulso de la fábrica frente a otras del mismo grupo.
Un portavoz de la compañía explicó a Expansión que las ayudas “son para un proyecto y no para la empresa, por lo que cumplen con lo permitido por la legislación europea, en este caso, eficiencia energética y medio ambiente”.
Además, la Generalitat recordó que Nissan es la segunda industria del territorio, por detrás de Seat, y genera alrededor de 20.000 empleos entre directos e indirectos.
La planta llega a cambio de un ERE en Nissan
Pero la ayuda pública no fue el único requisito de la dirección de Nissan para construir la nueva planta de pintura. Debido a la atonía de la producción –ya está por debajo del 40%– Nissan Motor Ibérica impulsó un expediente de regulación de empleo (ERE) para 600 personas como contrapartida a una inversión sin la que no seguir en funcionamiento a partir de 2023 por una nueva ley europea –que podría ser aplazada–. El fabricante logrará así reducir el número de trabajadores en la fábrica de la Zona Franca hasta los 2.500 empleados.
Sin embargo, los sindicatos no lograron arrancar ningún compromiso en materia de producción a largo plazo. “Haremos todo lo posible para lograr nuevas adjudicaciones”, se limitó a decir la dirección en las conversaciones. Las próximas asignaciones no parecen cercanas, pues el grupo no tiene ningún vehículo que distribuir en un futuro próximo.