Monzón se gasta medio millón en acciones de Prisa tras salvar su cargo
El presidente compró acciones por valor de 480.000 euros poco después de conocerse que seguiría siendo presidente de la compañía
El presidente de Prisa, Javier Monzón, ha mostrado su compromiso con la compañía después días después de conocerse que ha salvado su particular match ball. La imputación en el caso Púnica, que investiga la caja b del PP madrileño y su relación con Indra, la empresa de la que fue presidente, amenazaba con costarle el cargo, pero el dueño de El País, tras semanas de silencio, decidió cerrar filas en torno a él.
Ahora, Monzón ha comprado acciones de Prisa por valor de 480.000 euros. Así consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que refleja diez órdenes distintas de adquisición durante los días 30 y 31 de octubre.
Monzón, que salvó su cargo gracias al apoyo del núcleo duro de Prisa (Banco Santander y Telefónica), poseía unas 125.000 acciones. Esta compra le sitúa ya 500.000 títulos del grupo de comunicación que, a precio actual de mercado, rondan los 662.000 euros.
La compra de títulos se ha realizado en un momento en el que el valor de Prisa sufre en bolsa. La cotización ha mejorado levemente en el último mes (+3,71%), pero acumula una mala racha durante la última mitad de año, así como en los últimos ejercicios.
Monzón se salva en Prisa
La compra de acciones también se conoce días después de trascender que la compañía había decidido mantenerle en el cargo. Su imputación en un caso de corrupción como la Púnica causaba malestar entre algunos accionistas, entre ellos el fondo Amber Capital. El fondo del empresario armenio Joseph Oughourlian es el primer accionista del grupo mediático (tiene cerca del 29%) y ya consiguió forzar la dimisión Juan Luis Cebrián cuando estaba cuestionado durante el final de su mandato.
La continuidad de Monzón tampoco parecía asegurada porque el reglamento del consejo de administración es claro en este tipo de situaciones. “Todo consejero deberá informar a la sociedad, a través del secretario del consejo de administración, en el caso de que fuera llamado como investigado». Pero no solo eso: «Se examinará esta circunstancia tan pronto como sea posible» y se adoptarán «las decisiones que considere más oportunas en función del interés social”.
La compañía editora del diario El País y propietaria de la Cadena SER decidió semanas antes de conocerse el salvamiento para que Monzón, con apenas un año como presidente ejecutivo, seguiría en la cúpula de la compañía.
No obstante, pese a estos condicionantes, la compañía optó por el sí a su presidente. El factor decisivo para Prisa fue que, tras poner en marcha sus mecanismos internos, la Comisión de Nombramientos y Retribuciones elaboró un informe favorable para que siguiera.
Imputación en la Púnica
Monzón seguirá, de momento, como presidente de Prisa y como imputado en el caso Púnica. El directivo declaró el pasado 4 de octubre en la Audiencia Nacional. Lo hizo durante algo más de dos horas, en las que respondió, tanto a la Fiscalía Anticorrupción como al juez Manuel García Castellón, que él se encargaba de la estrategia y no estaba en los pormenores Indra.
En el auto de imputación se deslizaba que Monzón fue uno de los partícipes del “desvío de fondos” de las arcas de la Agencia de la Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid (ICM) “a través del presupuesto inflado de alguno de los contratos” adjudicados desde ICM a Indra. Estos contratos se habrían iniciado en 2007, según los indicios con los que contaba el juez.
El empresario, que ya declaró sobre el mismo caso en 2015 — en aquella ocasión como testigo — apuntó que tampoco tuvo conocimiento de los pagos objeto de las pesquisas ni conocía las facturas hasta que las ha visto en el sumario.
Monzón, ante todo, quiso defender los sistemas de control interno de Indra y afirmó que durante su mandato tenía un marco completo de normas y procedimientos para la gestión de operaciones y proyectos.