Grífols: Los ‘vampiros de Sarrià’ que conquistaron EEUU
El grupo de hemoderivados catalán es la tercera compañía del sector del mundo e incluso el Departamento de Estado americano le considera estratégico
La compañía de hemoderivados Grífols, que la familia Grífols creó en 1950 en el barrio de Sarrià de Barcelona, se hizo mundialmente famosa a finales de 2010. No fue por la operación millonaria que estaba ultimando entonces para comprar la tercera compañía del sector en Estados Unidos (EEUU), Talecris, si no por la filtración masiva de cables de Wikileaks.
En los documentos confidenciales que dio a conocer la organización de Julian Assange, el Departamento de Estado americano afirmaba que, ante un eventual ataque, la sede de la compañía en Parets del Vallès (Barcelona) se tenía que proteger. Era un activo estratégico para la administración liderada, entonces, por George Bush hijo.
Tercer grupo de hemoderivados del mundo
El cable le dio reconocimiento internacional, pero ha conseguido ser la tercera compañía de hemoderivados de todo el mundo gracias a una estrategia de internacionalización que inició a mediados de los 80. Grífols está presente en Europa, Estados Unidos, Latinoamérica, el sudeste asiático, Japón y Australia. Sólo le superan en facturación y cuota de mercado dos gigantes de los hemoderivados como son los laboratorios Baxter y CSL. Entre los tres, se reparten el 75% de la cuota del mercado estadounidense, tal y como el tribunal de la competencia americano aprobó al autorizar la compra de Grífols de Talecris. Una operación en la que el pez pequeño (y europeo) se comió al grande (el americano).
Además, Grífols tiene filiales que abarcan todas las actividades que se hacen en el sector. Desde la obtención del plasma (la mayoría se recoge en EEUU, donde los donantes están controlados y cobran por la sangre) hasta la producción de medicamentos tan específicos como la fabricación de Flebogamma DIF, una proteína creada para los individuos que nacen sin defensa. La que suscitó el interés de la administración Bush. También se encargan del fraccionamiento del plasma y tienen una línea de negocio especializada en material para hospitales.
Este esquema de negocio ha reportado al grupo familiar unos beneficios de 133,5 millones de euros en el primer semestre de 2012. Cifra que supone multiplicar por siete los beneficios que consiguió hasta julio del año anterior en un entorno de crisis mundial importante. Pero, desde hace años, el grueso de la facturación de Grífols se hace fuera de Europa.
Centros de fraccionamiento y cotización
La multinacional tiene cuatro centros que le permiten fraccionar un máximo de 8,5 millones de litros de plasma anuales. El headquarter de Grífols está situado en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), aunque en España producen en otra localidad: Parets del Vallès. La planta fue aprobada por las autoridades sanitarias españolas en 1973. Los otros tres centros están en EEUU: en Los Ángeles, Clayton (Carolina del Norte) y Melville (New York).
En mayo de 2006 la compañía se estrenó en el parquet con las acciones cotizando a 5,09 euros. El primer día en la bolsa los títulos ya se revalorizaron casi el 15% y actualmente es uno de los valores supervivientes del Íbex. A pesar de todas las turbulencias en el mercado español, este jueves la cotización es de 5,2 euros por título.