Así es, por dentro, la empresa catalana que EEUU considera “estratégica” para el mundo
El grupo Grífols abre las puertas de los laboratorios de Parets del Vallès y muestra la fabricación del Flebogamma DIF, la proteína inmunologica que Wikileaks ha catapultado a la fama
En clave catalana, Wikileaks ha conseguido que medio globo terráqueo sepa situar Parets del Vallès en el mapa. Este municipio del Vallès Oriental acoge una industria “estratégica”, tal como se afirma en un cable del Departamento de Estado de EEUU filtrado por Assanje: La fábrica Laboratorios Grífols del grupo farmacéutico-hospitalario del mismo nombre. Allí se produce el Flebogamma DIF, una proteína creada “para los individuos que nacen sin defensas, los niños burbuja”, tal como explica a Economía Digital el director general del centro, el doctor Javier Jorba. Producen unas 12 toneladas anuales de este componente y el 8% de consumo de este hemoderivado en EEUU se ha fabricado de Catalunya.
Haciendo de guía por esta nave industrial, reconoce que se enteró del calificativo del Gobierno estadounidense “por la televisión y la radio, pero no me sorprendió”. Y es que recuerda que le han colgado más de una vez esta etiqueta a la fábrica que dirige. “En los años 90, el entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, ya nos lo dijo”. ¿Porqué? Sencillo: “Somos estratégicos porque hacemos productos que son de vida o muerte para muchos individuos”, en palabras del doctor.
A diferencia de lo que se puede pensar, entrar en el laboratorio es relativamente fácil. No hay ninguna protección especial más allá de las habituales de cualquier farmacéutica; eso sí, son muy recelosos a la hora de poner excesivamente el foco en la manera que consiguen los hemoderivados. Es decir, las máquinas (patentadas, claro está) que Grífols ha diseñado para separar las proteínas que se requieren para remediar diversas patologías del plasma del que parten todos sus productos. También producen albúmina (usada en quemaduras grandes, problemas renales o cirrosis hepáticas avanzadas), antitetánicas o antihepatitis varias.
Por cierto, el 75% del plasma que usa el grupo catalán proviene de EEUU y se compra a 35 dólares la donación (que suele ser de 850 cl. de plasma, no sangre) en personas que han de cumplir unas características muy estrictas. Las básicas son que den sangre repetidamente y su salud sea buena, sin exponerse “a comportamientos de riesgo como hacerse pircings o mantener relaciones sexuales con parejas esporádicas”, comenta la directora de Biomat, el centro de control de calidad de plasma de Grífols, Helena Triginer. En Europa está prohibido vender sangre o plasma.
Dos nuevos laboratorios
Jorba señala que el Flebogamma DIF interesa a EEUU porqué Grífols solo lo produce en Parets del Vallès. Esto cambiará en tres años, cuando entre en funcionamiento un nuevo laboratorio en Los Ángeles, justo delante de la universidad de California del Sud. Allí también se fabricará Flebogamma DIF, entre otros hemoderivados. “Es mejor producirlo en diversos lugares porque nunca sabes qué puede pasar, un incendio o un incidente que deje el laboratorio de Parets sin funcionar unos días”, dice Jorba. ¿Miedo a algún ataque? “Qué va, no tenemos enemigos”.
Además, hace dos años que están construyendo un nuevo centro en el mismo recinto vallesano donde trasladaran los laboratorios actuales y iniciarán la producción “de pegamento de fibirina, dos proteínas biológicas que hacen un coágulo y se usan en cirugía vascular”, añade el doctor. En el recinto actual se continuaran haciendo “otras cosas, aquí no paramos”.
Unos proyectos que se enmarcan en el plan de expansión que Grífols tiene hasta 2013, con 450 millones de euros de presupuesto de inversión. Cabe recordar que el grupo cerró el 2009 con una facturación global de 918.000 millones de euros, el 72% de los cuales proviene de la división biológica, donde se producen todos los componentes anteriormente descritos. En cuanto a este ejercicio, desde Grífols destacan que cerraron el tercer trimestre con un crecimiento del 10% respecto al mismo período del año anterior. Un “reflejo” del que prevén que sea el 2010.