Grífols propone que los parados vendan sangre para llegar a fin de mes
El presidente de la farmacéutica carga contra el sistema de donación altruista de órganos y tejidos. Apuesta por el modelo estadounidense
El presidente de la multinacional farmacéutica Grífols, Víctor Grífols, ha hecho un llamamiento este martes para que España empiece a pagar las donaciones de sangre y deje de importar plasma. En una conferencia en Esade Barcelona, el directivo ha afirmado que el país se tiene que “espabilar porque si algún día Estados Unidos deja de exportar plasma, ¿qué pasará? No tendremos plasma ni hemoderivados”.
La legislación estatal estipula que las donaciones de sangre, tejidos y órganos son altruistas, por lo que está prohibido su compra o venta. Un sistema solidario que lleva a España a los primeros puestos de las listas internacionales de donaciones de órganos y que, en el caso de la sangra, la inmensa mayoría va a los hospitales. Por lo que las compañías de hemoderivados tienen que importar su materia prima.
Crisis
Para dar la vuelta a la situación, Grífols ha usado un argumento más popular en el contexto actual: la compañía pagaría por las donaciones unos 70 euros semanales, lo que sumado a la prestación de paro es “una forma de vivir”. “Este dinero lo damos en Estados Unidos. Si España no lo quiere, que no coja”.
Asimismo, ha comentado que una persona recupera muy rápidamente el plasma extraído, por lo que puede realizar donaciones periódicas sin problemas serios de salud, según su punto de vista.
Gasto importación
Tras adquirir Talecris en 2011, Grífols se ha convertido en el tercer productor mundial de hemoderivados y tiene 147 centros de plasma en Estados Unidos.
Cada ejercicio gasta unos 457 millones de euros en pagar las donaciones. Grífols asegura que este dinero se podría quedar en España, aunque fuentes del sector también apuntan a que el gasto de la multinacional sería menor si abona sangre española, sin gastos de importación. Por lo que ahorraría.
Deudas farmacéuticas
En su conferencia en Barcelona, el directivo catalán ha afirmado de nuevo que la industria farmacéutica española no podrá sobrevivir si el Estado continúa “con su abuso”. Tanto por los largos plazos en los que la administración paga a sus proveedores de medicamentos como al descenso continuado de precios.
«Este es el tercer año que el Estado baja los precios. Si esto dura mucho va a ser terrible para la industria farmacéutica porque no va a poder sobrevivir», ha sentenciado.