Giro en Hawkers: nuevo consejero delegado para enderezar el rumbo
La compañía de gafas de sol nombra a Nacho Puig nuevo consejero delegado. Su misión será intentar convertir la empresa en una marca global de moda
El consejo de administración de Hawkers, compañía controlada por el controvertido inversor venezolano Alejandro Betancourt, ha nombrado a Nacho Puig como nuevo consejero delegado de la compañía, convirtiéndose en el máximo responsable de todas las operaciones del grupo y del desarrollo de negocio. Puig asume el cargo en un momento en el que la comunidad inversora apunta a que los objetivos de crecimiento de la compañía no se estarían cumpliendo.
Puig liderará la implantación de un nuevo plan estratégico, que tendrá como eje principal proyectar la firma como una firma internacional de moda y no únicamente de gafas de sol low cost. El nuevo consejero delegado es un «profesional con amplio reconocimiento en la industria de la moda y del deporte», según explican en un comunicado.
Desde la compañía con sede en Elche (Alicante) afirman que la decisión se lleva a cambio tras un proceso de consultoría estratégica de negocio llevado desde Experience Group, partner de referencia de Grupo Hawkers.
En el mismo comunicado añaden que la nueva dirección de Hawkers va encaminada a “un proceso de profesionalización que pasa por optimizar su estructura, consolidar su modelo de negocio online, la definición de su modelo de negocio offline y la internacionalización de la firma”.
Experience Group pilota proyectos estratégicos para grandes multinacionales en España y Portugal, así como en toda Europa. Su sede está en Madrid y cuenta con oficinas en Barcelona y Lisboa, así como con áreas de management, marketing y operaciones.
La mano de Betancourt
El giro en la dirección de la compañía llega entre rumores sobre unos resultados que no alcanzarían los objetivos marcados. Detrás de todas las decisiones estratégicas está la mano de Alejandro Betancourt, primer accionista de Hawkers desde que en 2016 liderara una megaronda de financiación en la start-up ilicitana a través de su fondo de inversión O’Hara Financial.
El inversor venezolano, cuestionado por beneficiarse de contratos energéticos durante el gobierno de Hugo Chávez, tenía fijado cerrar 2017 facturando 100 millones. Para conseguirlo dio el saltó al mundo físico, con una expansión nacional e internacional a través de diferentes aperturas de tiendas.
Conocer la salud financiera de la compañía con precisión es muy difícil por varios motivos. El primero es que las cuentas no están consolidadas y otro es que gran parte de su negocio no está en España, sino fuera del mercado nacional.
Conocer la salud financiera de Hawkers con exactitud es complicado
Las cuentas que se pueden consultar en el Registro Mercantil arrojan que la compañía aumenta cada año sus ingresos, pero no lo suficiente para salir de pérdidas. En 2016 facturó 31 millones de euros pero terminó en rojos, con pérdidas de 4 millones, tras aumentar los costes por el aumento de plantilla o sus agresivas campañas de captación de clientes.
En paralelo, Betancourt fue metiendo mano en la cúpula. En octubre incorporó a nuevos consejeros en la alta dirección y poco después se anunciaron las salidas. El Confidencial adelantó a principios de año que Hugo Arévalo, uno de los fundadores de Tuenti y hasta entonces presidente ejecutivo y vicepresidente del consejo, saltaba del barco.
También salió Álex Moreno, otro de los cofundadores, que vendió su participación accionarial a Betancourt para adentrarse en un nuevo proyecto, Neón Coco, una marca de moda femenina. Mucho antes salió Iñaki Soriano, que se pasó al sector de los deportes electrónicos, tal y como adelantó este medio.
El propio diario publicó poco después que la compañía atravesaba una mala situación, con impagos y deudas a proveedores. La responsabilidad, según comentaron fuentes internas, apuntaban precisamente a Francisco Pérez, director general de la compañía. Pérez podría haber sido cesado de su cargo este mismo miércoles, de acuerdo a diferentes fuentes conocedoras del estado de la compañía. Hawkers, no obstante, no ha querido confirmar ni desmentir este extremo a preguntas de Economía Digital al cierre de este artículo.