Freixenet mantiene descapitalizadas una docena de filiales
El grupo cuenta con unas reservas de más de 200 millones de euros, pero doce de sus sociedades están en negativo
Freixenet factura más de 500 millones de euros y tiene un patrimonio de casi la mitad, pero no todo el grupo goza de buena salud. La compañía tiene una docena de filiales con reservas negativas, según sus cuentas del ejercicio 2014-2015. Las reservas son una parte fundamental del patrimonio de la compañía, que le permite hacer frente a obligaciones urgentes o sobrevenidas.
La compañía catalana cerró su último ejercicio con un patrimonio de 245 millones de euros, de los cuales 17 millones eran capital y 214 reservas, entre otros capítulos. La mayoría de estas reservas corresponden a Freixenet SA, la matriz, pero el grupo tiene más de 30 filiales. De estas, una docena presentaron reservas negativas. Los datos corresponden a hace un año pero todas las filiales llevan al menos dos ejercicios en la misma situación.
Las internacionales, las que peor están
Las 35 filiales aportan al grupo unas reservas de 45 millones de euros, pero doce restan. Las que están en peor situación son dos empresas en el exterior: la francesa y la australiana, con reservas negativas de más de 9 millones de euros cada una. De hecho, las filiales de Freixenet por el mundo son en general las más descapitalizadas, con seis en negativo: Argentina (3,7 millones), China, Brasil y Portugal, además de Francia y Australia.
Comercial Grupo Freixenet, que se encarga de la distribución de las marcas, presentó unas reservas negativas de 7,8 millones, mientras el desequilibrio es menor en el resto de filiales, más pequeñas: Viajes Sonoma, Viticultors del Priorat, Viñas del Montsant, Carmen La Comida de España 1992 y Vinicom Comercio e Distribuçao de Bebidas.
El peligro de las reservas negativas
Las reservas negativas suelen ser consecuencia de ejercicios en números rojos de las empresas. De hecho, las reservas se generan con parte de los beneficios que se guardan para eventualidades, por lo que si una empresa no gana dinero, o gana muy poco, no puede aportar a reservas.
Este estado negativo puede ser grave si, como consecuencia de ello, el pasivo de la empresa termina por superar a sus activos. En esta situación de patrimonio negativo, la empresa estaría en quiebra técnica. No es el caso de las filiales de Freixenet, por los datos a los que ha tenido acceso Economía Digital. Además, tienen un grupo detrás que podría responder por ellas.
La situación negativa de las reservas de las filiales de Freixenet es efecto de una crisis que ha empeorado su negocio. De las doce filiales en esta situación, dos tuvieron pérdidas en el último ejercicio (Viajes Sonoma y Freixenet France) y dos más en el 2014 (Freixenet Argentina y Freixenet Australasia). Además, otras, como Viticultors del Priorat, Viñas del Montsant y Carmen La Comida de España 1992 cerraron 2015 con unos beneficios muy reducidos, por debajo de los 10.000 euros.
Varias bodegas en pérdidas
El grupo de bebidas catalán ganó 2,2 millones de euros en el ejercicio 2014-2015, pero nueve de sus filiales tuvieron pérdidas. De hecho, la matriz ganó 4,3 millones y las filiales lastraron el resultado en medio millón (el resto corresponde a costes de consolidación). Tres bodegas y la filial francesa concentraron buena parte de las pérdidas: Castellblanch (3,1 millones), Segura Viudas (1,1), Rene Barbier (0,9) y Freixenet France (0,8).
La filial alemana fue la que aportó más beneficios al grupo, 1,9 millones de euros, aunque sufrió un descenso, desde 2,5 millones, por la subida de los precios en este mercado. Los resultados de las sociedades en el exterior dieron bandazos entre 2014 y 2015. El grupo consiguió sacar de pérdidas su negocio de Australia y Argentina, pero cayó en números rojos en Italia y Uruguay.
Precisamente su estrategia internacional ha sido uno de los puntos de conflicto de la actual batalla familiar que vive Freixenet. A pesar de que Alemania es el principal mercado de la marca, su cambio de estrategia castigó sus ventas en el país. Parte de la familia, liderada por Enrique Hevia, cree que hace falta una estrategia de exportaciones más clara.
La venta avanza
Coincide con las críticas la banca, por lo que ha exigido a los Ferrer, propietarios del 42% de Freixenet, que profesionalicen la gestión y mejoren su apuesta internacional si quieren conseguir el crédito de entre 120 y 130 millones que necesitan para quedarse con el 100% de la compañía. Si no lo consiguen, estas cavas centenarias podrían pasar a manos alemanas, si Henkell convierte su oferta en vinculante.
La multinacional alemana está estudiando las cuentas de Freixenet para lanzar su oferta final, que valoraría a la compañía en unos 500 millones de euros. Un factor a tener en cuenta es su deuda, que supera los 500 millones, de los que 160 millones es deuda no corriente. El pasivo con la banca es de 340 millones, de los que 190 son a corto plazo y 79 vencen a finales de este mes, cuando el grupo cerrará su actual ejercicio.
La deuda es alta, como han apuntado también algunas entidades financieras. Es por ello, además de por las dudas sobre una gestión rentable, que no se lo están poniendo fácil a los Ferrer para darles el crédito que les permita igualar a Henkell. Les han pedido garantías por el 70% del crédito y han rechazado algunos avales, como acciones de la propia empresa.