Endesa gana un 2% menos y dispara la deuda
Endesa gana 363 millones en el primer trimestre de 2019, el 2% menos, por el contexto "difícil" en el mercado de electricidad y gas
Endesa obtuvo un beneficio neto de 363 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa una caída del 2,4% frente al mismo periodo del ejercicio anterior. Según explica la empresa a la CNMV, este resultado se explica por «las desfavorables condiciones de mercado».
«La buena gestión del mercado liberalizado, sumada a la estabilidad del mercado regulado y al esfuerzo de contención de costes, fueron factores clave en la obtención de estos resultados, que se han alcanzado a pesar de las desfavorables condiciones de mercado que han afectado tanto al negocio del gas como al de electricidad», explica la empresa.
En el mercado mayorista de electricidad el precio se situó en 55,0 euros MWh, lo que supone un aumento del 14,3% como consecuencia de la menor producción hidroeléctrica y renovable, que cayeron el 27,7% y el 5,6%, respectivamente. Así como por el aumento del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono y la evolución de los precios de las materias primas.
Endesa asegura que los resultados se vieron impactados por el incremento en los costes financieros
El resultado bruto de explotación se situó a cierre de marzo en 928 millones de euros, con un incremento del 5,5%, mientras que el beneficio operativo aumentó un 2,8%, hasta los 522 millones.
Los ingresos de la eléctrica en el periodo de enero a marzo alcanzaron los 5.085 millones de euros, 84 millones de euros menos, lo que supone una caída del 1,6% respecto a los obtenidos en el primer trimestre de 2018.
El grupo destacó que los resultados en el periodo se vieron impactados por el incremento en los costes financieros de manera significativa, debido principalmente a la actualización financiera de las provisiones para la optimización de la plantilla y el desmantelamiento de instalaciones.
Deuda de 6.897 millones
La deuda financiera neta aumentó en 1.127 millones de euros con respecto al 31 de diciembre de 2018, situándose en 6.897 millones. Esta subida es consecuencia de varios factores.
Esto se debe, entre otros factores, al impacto de la entrada en vigor de la NIIF 16 -la nueva normativa que obliga a incluir los contratos de arrendamiento vigentes-, que ha supuesto registrar un incremento de 186 millones de euros en la deuda neta a cierre del año pasado.
A esto se suman las inversiones realizadas para el desarrollo de nuevos parques de generación renovable, y el pago del dividendo a cuenta con cargo a los resultados de 2018, por importe de 741 millones de euros, realizado el pasado 2 de enero.
Así, el ratio de deuda neta sobre Ebitda es de 1,9 veces, lo que la compañía considera que le da «un amplio margen» para afrontar el fuerte proceso de inversión en energías renovables y digitalización que es necesario para cumplir los objetivos de la transición energética.