Agbar carga de nuevo contra la Generalitat para hacerse con el control de ATLL
La gestora denuncia ante el TSJC que el Ejecutivo pasa de las resoluciones del tribunal que dejan sin efecto la concesión
Fin de la tregua en la guerra del agua en Cataluña. Aguas de Barcelona (Agbar) ha retomado la batalla judicial contra la Generalitat después de las vacaciones de verano para reclamar la nulidad del concurso que dejó la gestión del agua en alta de la capital catalana y su área de influencia, la empresa Aigües Ter Llobregat (ATLL), bajo el control de Acciona.
El Ejecutivo y la empresa habían abierto una vía de diálogo, pero no han llegado a ningún acuerdo y el envite ha retornado a su punto de origen. La compañía dirigida por Ángel Simón ha presentado un nuevo recurso ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) en el que denuncia la pasividad del Gobierno de Artur Mas en cumplir los mandatos de la corte. El grupo le acusa directamente de arbitariedad por saltarse las resoluciones de forma consciente.
Interlocutorias previas del TSJC
En el escrito, avanzado por El País, recuerda que el máximo tribunal catalán ha firmado varias interlocutorias en las que obliga al departamento de Territori i Sostenibilitat, encabezado por Santi Vila, a dejar sin efectos la adjudicación de ATLL al grupo de los Entrecanales. Recuerda que los magistrados que forman parte de la sala han ratificado la decisión del Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público, el órgano administrativo que resolvió en enero de 2013 que la oferta de Acciona debía ser excluida del concurso al no ajustarse a los pliegues. Aunque reconoció que no tenía potestad para decidir sobre la aplicación de las medidas cautelares el pasado mayo y le invitaba a presentar un nuevo recurso. Así lo ha hecho.
Vila y el consejero de Economia i Coneixement, Andreu Mas-Colell, han asegurado en múltiples ocasiones que no resolverán el contrato mientras esté vivo el litigio. La oleada de recursos y contrarecursos se puede prolongar hasta llegar al Tribunal de Luxemburgo, por lo que Acciona se podría quedar años frente a ATLL. Con todo, el tiempo de la adjudicación es mayor al previsto que, en el peor de los casos, dure la guerra del agua. Mas cedió por medio siglo la gestión de la empresa pública. A cambio, pedía 1.000 millones de euros que le solucionaron gran parte del déficit del ejercicio 2012.
Sin dinero para indemnizar
Por el momento, los Entrecanales y sus socios (el banco brasileño BTG Pactual y un grupo de empresarios catalanes entre los que se encuentra Manuel Torreblanca y Ferran Rodés) sólo han desembolsado 288 millones. La cuantía que podrían reclamar en el caso de que la Generalitat dé su brazo a torcer, a la que se deberían sumar las inversiones realizadas hasta la fecha. Fuentes de ATLL indican que los trabajos de mejora que se han realizado en las infraestructuras en el inicio de la concesión son mínimos. Justifican el parón en este capítulo, precisamente, por la incertidumbre jurídica del proceso.
Vila y Mas-Colell reconocen que la delicada situación de las finanzas catalanas impiden devolver el pago inicial a Acciona y asumir, en el caso de que no se encuentre a un nuevo gestor casi al mismo tiempo en el que se aparta al actual, otros 1.000 millones de deuda pública.
El Govern se ha acogido a la estrategia de dejar pasar el tiempo, pero el nuevo recurso de Agbar incrementa la presión sobre una de las concesiones que mayores dolores de cabeza ha provocado a Artur Mas.