Los accionistas catalanes sufren un agujero de 1.000 millones en el Sabadell
Solo el presidente de Mango, Isak Andic, tiene provisionadas, por 360 millones, las minusvalías latentes. Tras el brexit, el apenas 5% que posee el núcleo duro de accionistas capitaliza por 260 millones, cinco veces menos de lo pagado en 2006
Las consecuencias del brexit ha supuesto un nuevo varapalo para el núcleo duro de accionistas del Banco Sabadell que, en diciembre de 2006, compraron el 12,45% del capital que estaba en manos de La Caixa.
Entonces, pagaron 1.300 millones de euros a un precio de 8 euros por cada acción, que hoy cotiza a 1,2 euros, en el entorno que quedó el pasado 24 de junio tras caer casi un 20%, una vez conocida la decisión de los británicos de salirse de la Unión Europea. Las minusvalías rondan los 1.000 millones de euros.
Operación ruinosa
De esta manera, se acrecienta la ruina que esta operación ha supuesto para la familia Lara, propietaria del grupo Planeta, Isak Andic, el dueño de Mango, y los empresarios Joaquín Folch Rusiñol, Héctor Colonqués y Miguel Bosser, al frente de Pinturas Titán, Porcelanosa y Textil Bosser, respectivamente.
Aunque, tras las tres ampliaciones llevadas a cabo entre 2012 y 2015, ese 12% ha quedado muy diluido, a apenas el 5%, las pérdidas por esa inversión siguen estando ahí, al haberse realizado la compra a través de 530 millones de euros desglosados en préstamos bancarios –inicialmente concedido por el propio Sabadell, Caixabank, Popular y BPI– y participativos, aportados por las sociedades de los propios empresarios.
Efecto de las diluciones
El efecto de esas diluciones provocó que Andic, que llegó a controlar el 4,3% del Sabadell, se quedara, según la última notificación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) realizada en septiembre de 2013, en el 2,53%, coincidiendo con su salida del consejo y de la vicepresidencia de la entidad.
También salió del consejo Sol Daurella, la presidenta de Coca-Cola España, en noviembre de 2014, para irse al Banco Santander, acreditando entonces un 0,265% del Sabadell.
Colonqués y Folch-Rusiñol siguen de consejeros
Del núcleo duro se mantienen en el consejo los hombres fuertes de Porcelanosa, Héctor Colonqués, y de Pinturas Titán, Joaquín Folch-Rusiñol. Ambos, tras la ampliación llevada a cabo el pasado mes de abril –de 20 millones para abonar el scrip dividend–, notificaban a la CNMV que solo tenían ya el 0,055%, en el caso de Colonqués, y del 0,229% por parte de Folch-Rusiñol.
Para ver el alcance de agujero de estas familias de la burguesía catalana, las cuentas de Famol Participaciones siguen siendo la gran referencia.
Famol mantiene el precio inflado
La sociedad, creada en diciembre de 2006, con el único objeto de administrar las acciones del Sabadell, seguía manteniendo un valor de casi 500 millones de euros al cierre del ejercicio 2014 –antes de la última ampliación, por 1.600 millones, para comprar el banco británico TSB–, según consta en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil el pasado mes de septiembre.
Famol, inicialmente denominada Lingar XXI, está integrada por tres socios. Jaipur Investment, sociedad de la familia Lara, Mayor Vent –una de las patrimoniales de Isak Andic–, y Fábricas Folch, sociedad del dueño de Pinturas Titán, que ostentan respectivamente el 35%, 40% y 25% de su capital.
Deuda de 365 millones, superior al valor de las acciones
Al cierre de 2014, Famol mantenía una deuda de 365 millones de euros, ligada a la compra de las acciones del Sabadell. Un total de 122 millones, proveniente de sendos préstamos concedidos por dos entidades financieras, cuya garantía son los casi 82 millones de acciones de la entidad financiera, pignoradas en su totalidad.
Además, Famol también acarrea préstamos participativos de 12 millones con las sociedades controladas por sus socios, y otros 230 millones de préstamos ordinarios. Tanto los participativos como los ordinarios, tras varias novaciones, vencen en diciembre de 2017.
Acuerdo tácito prorrogado hasta 2021
En principio, el pacto de los integrantes de este núcleo duro del Sabadell vencía el pasado 26 de enero, pero se amplió de manera tácita por otros cinco años, hasta enero de 2021, al no pedir ninguno de los socios su interrupción.
De los 1.000 millones de minusvalías latentes que atesora hoy este grupo de accionistas, solo está provisionada la participación de Isak Andic. Fue obligado a hacerlo por su auditora, Deloitte, tras considerar el presidente de Mango, en septiembre de 2013 –cuando dejó de ser consejero– que el Sabadell dejaba de ser una entidad asociada, para ser considerada como una inversión financiera disponible para la venta.
Doble rasero de Deloitte
Dicha modificación conllevó valorar las acciones del Sabadell a precio razonable (el de su cotización), anotando unas provisiones que, a finales de 2014, se elevaban a 361 millones de euros. Andic compensaba estas pérdidas con una reducción de la deuda, de 420 a 240 millones al traspasar a su patrimonial Mayor Vent el 40% de Famol.
También aquí la actuación de Deloitte –como en el caso de Bankia, OHL o Abengoa– se puso en entredicho, al no obligar a Hemisferio –el grupo controlado por los Lara– a provisionar, también entonces, los 450 millones de minusvalías que sumaba.
Los Lara cambian de auditor
Aunque, la empresa dio por buena la recomendación de la auditora de no contabilizar esas minusvalías, al recoger la participación en el banco por puesta en equivalencia, finalmente, ante la polémica generada por este doble rasero, los Lara optaron por cambiar de auditor. Prescindieron de Deloitte y contrataron a KPMG.
En medio de este agujero latente del núcleo duro del Sabadell, los fondos de inversión han empezado a mover ficha tras el brexit. Blackrock, uno de los accionistas de referencia, ha rebajado su posición al 4,09%, repartiendo una parte, cuantificada en el 1,2% a través instrumentos financieros.
Y otro fondo, Oceanwood –el mismo que ha relegado a los chinos de HNA de NH Hoteles– ha incrementado en dos meses sus posiciones cortas en el Banco Sabadell. Entró con el 0,5% a finales de mayo, y reconocía, a finales de la pasada semana, haberlas duplicado hasta el 1%.