Mango tropieza en 2015 pese a vender más de lo esperado
El cambio de divisas recorta el beneficio de la textil hasta los 4 millones de euros
«Jugamos como nunca y perdimos como siempre», decía el histórico futbolista Alfredo Di Stéfano. A Mango le ha sucedido algo parecido en 2015. La cadena de ropa vendió el año pasado un 15,3% más, sobre todo en Sudamérica, Asia y África. Sin embargo, por segundo ejercicio consecutivo recorta los beneficios. En 2014 cayeron de los 120 a los 107 millones. Ahora el resbalón es más brusco: El tijeretazo los deja en 4 millones de euros.
El motivo de la rebaja es el impacto del cambio de divisas. Al realizar la fabricación en China y vender la mayoría de sus productos en Europa, el valor del dólar ha desplumado 70 millones de euros de las cuentas. Los 30 millones restantes se filtran entre amortizaciones debido al incremento de metros cuadrados comerciales de la textil y a la puesta en marcha del nuevo centro logístico de Lliçà d’Amunt.
Sin embargo, los ejecutivos de la compañía no muestran signos de preocupación. «La apuesta por el crecimiento en detrimento del beneficio a corto plazo está planificada y se traducirá en los próximos años en la vuelta a una mayor rentabilidad», defiende el vicepresidente de Mango, Daniel López.
Proyección internacional
Pese a los agentes incontrolables para la firma de Isak Andic, las ventas han aumentado un 2% más de lo previsto a principios de año, cuando se estimaba un empujón del 13%, hasta los 2.327 millones. La mayor parte de la facturación corresponde al mercado internacional, que aglutina el 81% frente al 19% de las transacciones realizadas en España.
Si bien no aumenta el número de tiendas, Mango apuesta cada vez más por establecimientos más grandes, como los inaugurados en la Rambla de Catalunya de Barcelona o en la dublinesa Henry Street. En total, la superficie comercial se eleva en 12 meses de 702.409 metros cuadrados a 804.500.
En los últimos tres años, la compañía ha invertido 1.200 millones de euros en el nuevo concepto de tiendas insignia alrededor de Europa. «Hemos transformado nuestro modelo de negocio para ser mucho más atractivos a los ojos de los clientes y ganarnos su confianza», señala el directivo.