La confianza en España deja el bono a diez años por debajo del 3% por primera vez

Los inversores creen en la recuperación, pero también en el BCE y en que el euro no se romperá

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Los ciudadanos que el lunes vayan al trabajo, o los que busquen empleo no notarán lo que ha ocurrido este viernes. Pero lo que pueda ocurrir en los próximos meses sí depende de los efectos que han provocado los inversores internacionales. España está recuperando, ya desde el pasado año, la confianza de los mercados, porque se entiende que se han tomado medidas para iniciar la recuperación económica.

Pero los inversores también responden a la posición del Banco Central Europeo (BCE) y al alejamiento de que el euro se pueda romper. Todo ello ha logrado que el bono español a diez años haya caído por debajo del 3%, y se haya quedado en el 2,971% por primera vez en la historia.

Se aleja la crisis de deuda

El bono a diez años es la referencia para analizar la solvencia de un país. En función de la diferencia con el bono a diez años de la deuda de Alemania, se calcula la prima de riesgo de un estado. Y España ha visto como esa prima se reducía desde los 600 puntos en el verano de 2012 a los 152 puntos de este viernes. Ello provocó que el bono a diez años alcanzara una rentabilidad del 7,6%, al borde del precipicio.

La importancia del dato del bono a diez años viene dada porque sólo quedó por debajo del 3%, según las estadísticas de Bloomberg, un día concreto, el 21 de septiembre de 2005. Alcanzó el 2,981%, aunque cerró el día en el 3,005%.

La cuestión que se debe tener en cuenta es que esta situación no supone superar la crisis económica, pero sí superar la crisis de la deuda. Y eso ahora no parece determinante, pero lo es si se compara con lo que ha ocurrido en los dos últimos años en España. Los mercados habían dejado de confiar en el país, y ello significaba que no se podía financiar, con lo que la salida, la única, hubiera sido un rescate por parte de la Unión Europea. El problema es que se puede rescatar Grecia, o Irlanda, o Portugal, pero no España, con un billón de euros de PIB.

Ahora puede buscar un camino, aunque complicado, algo más llevadero, como ha puesto de manifiesto el Gobierno con su nuevo cuadro económico, penalizado por el enorme paro.

Un ahorro inicial de 5.000 millones

Pero, ¿qué significa eso ahora en la práctica? El Estado se puede financiar con cierta facilidad. Se han abaratado los costes. Y no sólo el Estado, sino también las empresas, en un proceso que debería ir de arriba a abajo en los próximos meses. En 2013, el Gobierno español se ahorró 8.500 millones de euros, frente al pago previsto de los intereses de la deuda de 38.600 millones. En 2014, se prevé que se dejará de pagar otros 5.000 millones, cuando lo presupuestado era 36.600 millones.

El Gobierno que preside Mariano Rajoy no deja de ensalzar ese proceso, sobre el bono a diez años, y sobre la prima de riesgo. De todo ello no vive el asalariado español, pero sí puede facilitar las cosas a la economía española para ganar aire, y afrontar las reformas que ya están en marcha.

Respiro por un tiempo

Los expertos consultados en las últimas semanas sobre la evolución de la economía española consideran que se trata de un respiro que el BCE permite a los países del sur de Europa para que los inversores puedan cobrar sus préstamos. En cualquier caso, el final de la crisis de la deuda permite a toda Europa concentrar sus esfuerzos en los pasos que debe tomar ahora, como el proceso de unión bancaria.

Para el ministro de Economía, Luis de Guindos, en cualquier caso, se trata de un enorme respiro, aunque la deuda de España, en su conjunto, sigue subiendo, y alcanzará en el próximo año el 100% del PIB.

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