Ahora los camiones: Gobierno y UE crean más incertidumbre en el motor
La Unión Europea debate reducir las emisiones de CO2 de los camiones en un 37,5% para los coches nuevos en 2030
La incertidumbre rodea al sector del motor. Primero la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció el fin del diésel y la gasolina para el año 2040, al prohibir matriculaciones de ese tipo de coches a partir de ese momento. Unos diez días después el Ejecutivo reculó, descartando así su medida estrella en la Ley del cambio climático.
El sector del automóvil rechaza estas medidas. Además, las ventas se resienten. En noviembre las ventas de turismos de diésel -que es el combustible que más se encuentra en el punto de mira por considerarse el más contaminante- cayeron un 40% en España.
Algunos agentes del sector aseguran que no existe un factor concreto que determine la caída de los vehículos propulsados por gasoil, aunque señalan el marco de incertidumbre ante «la mala prensa» de este tipo de motorizaciones.
La UE, es este sentido, ha llegado a un acuerdo político esta semana para reducir las emisiones de CO2 en un 37,5% para los coches nuevos en 2030 y del 31% para las furgonetas con respecto a 2021. Para la industria del automóvil estos baremos son «demasiado exigentes».
La Unión Europea debate para reducir las emisiones de dióxido de carbono de los camiones
Además en este momento la unión se centra en las emisiones de CO2 de los camiones. El secretario de Estado español de Medio Ambiente, Hugo Morán, asegura que España defenderá una reducción de un 30% en 2030 en la Unión Europea.
«Si hay capacidad suficiente para establecer un objetivo y que éste sea vinculante ya a 2030, perfecto. Si no hubiese esa capacidad, yo creo que lo razonable es plantear que el acuerdo se produzca y tener una hoja de ruta ya marcada», indica en el Consejo de ministros comunitarios de Medio Ambiente, donde se debate la medida.
Morán asegura que hay «dos posiciones claras» entre los países. «Más o menos nadie plantea una diferencia sustancial respecto a cuál sea el objetivo. La diferencia que se plantea es sobre si el objetivo debe ser vinculante o no», explica.
«Lo razonable es que los objetivos que marca la UE sean vinculantes. Pero, más allá del hecho de que sean vinculantes o no, lo importante en este caso es lanzar una hoja de ruta que dé certidumbre al sector», comenta.
Medidas que encarecerán los coches
Por su parte, el sector pide una transición más eficaz, y alega desconocimiento al imponer las medidas. De hecho, el presidente de la asociación de vendedores de coches Fecavem, Jaume Roura, acusa a las administraciones nacionales e internacionales de crear una gran confusión sobre el consumo y el impacto medioambiental del diésel.
«No podemos permitir esta situación de plena confusión de nuestro sector. Hemos decidido que hoy se abra un debate, profundo y crítico, con ingenieros y estudios de mercado sobre el diésel», defiende Roura.
Por su parte, el presidente de la patronal de fabricantes Anfac, Mario Armero, defiende que el acuerdo del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea para recortar las emisiones de los automóviles es «extremadamente exigente» y que provocará un encarecimiento de los coches.
Además, advierte de que la medida tendrá sobre todo un impacto en los vehículos de gama media, que son los que se fabrican y se venden en su mayoría en España.