Volkswagen se toma en serio que no sólo debe vender coches
El fabricante alemán abrirá su plataforma a terceros para que elaboren vehículos con su tecnología
«Quizás sale más rentable vender kilómetros que coches», decía la semana pasada el presidente de Seat, Luca de Meo. La cultura de que el futuro de las automovilísticas no pasa sólo por vender vehículos parece haber calado en el grupo Volkswagen, que se abre a nuevos modelos de negocio. El último: ceder a terceros el uso de su plataforma eléctrica MEB.
Herbert Diess, presidente de Volkswagen AG –la matriz que engloba a Volkswagen, Seat, Audi y Skoda–, desveló este lunes en Ginebra que el conglomerado alemán abrirá su plataforma Modular Electric Toolkit (MEB) a pequeños fabricantes con tal de rentabilizar más rápido su inversión por el coche eléctrico y reducir los costes a sus socios.
«Tiene todo el sentido del mundo, pues con una misma plataforma ya fabricamos para distintas marcas», justificó. Y añadió después: «Recibimos muestras de interés para utilizar la plataforma de muchos competidores».
El gigante automovilístico ya presume del primer acuerdo. Se alcanzó con la también germana e.Go, a la que fue a buscar y que desarrollará un modelo propio. «Tenemos la previsión de que la plataforma pueda alcanzar una oleada de 15 millones de vehículos», auguró Diess. La mayor parte de la flota iría destinada al mercado chino.
«El coche eléctrico funciona, necesita de incentivos por parte de los gobiernos y de inversiones en infraestructuras, pero funciona», aseguró. Y el grupo quiere liderar un cambio «que ya está llegando».
Para ello, invertirá 44.000 millones en la electrificación, la digitalización y los servicios de movilidad autónoma hasta 2023. «Los coches eléctricos representarán un cuarto de nuestro abanico de modelos para 2025», promete el conglomerado.
El coche eléctrico de Seat
Seat no será una excepción. De hecho, el fabricante español también prepara sus incursiones fuera de la venta tradicional y, más allá de comercializar bicicletas de la marca Cupra o patinetes eléctricos, la semana pasada anunció el lanzamiento de un nuevo vehículo pensado para el carsharing, Minimó.
Asumiendo que quizás no es posible seguir fabricando más de 500.000 unidades al año frente a la llegada del coche compartido, la automovilística busca rentabilizar el nuevo fenómeno, aunque todavía es pronto para definir cómo. Quizás es más rentable vender kilómetros que automóviles”, decía Luca de Meo en el Mobile World Congress celebrado en Barcelona
Pensado a dos o tres años vista, al Minimó le precederá el Seat el-Born, el primer coche eléctrico de Seat pensado para el gran público, que verá la luz en 2020. «Será a un precio asequible para las clases medias», señala el ejecutivo en la Wolkswagen Group Night de Ginebra.
El automóvil trabaja para romper con el mito de que los eléctricos llegan faltos de potencia. El coche tendrá una potencia de hasta 150 kW, el equivalente a 204 CV. «Puede alcanzar los 100 kilómetros por hora en tan solo 7,5 segundos, lo suficiente para responder ante cualquier situación en la conducción», explicaba la empresa en el comunicado enviado la pasada semana.
El Seat el-Born tiene una autonomía de hasta 420 kilómetros según el ciclo de conducción WLTP. Las baterías tienen una capacidad de 62 kWh y son compatibles con los supercargadores de corriente continua de hasta 100 kW: suficiente para saltar del 0% al 80% en 47 minutos.