Seat se prepara para vender kilómetros (y menos coches)

El fabricante español presenta Minimó, un vehículo diseñado para el carsharing en grandes ciudades, donde se reducirá el número de coches particulares

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

​¿Es posible seguir fabricando más de 500.000 coches al año ante el fenómeno del coche compartido? Seat asume que probablemente no y por ello se suma a la incipiente ola del carsharing. “Quizás es más rentable vender kilómetros que automóviles”, dice, con una sonrisa, el presidente del fabricante español, Luca de Meo. Por si acaso, este lunes presentó Minimó, un vehículo eléctrico con capacidad para dos personas, pensado para este nuevo tipo de movilidad.

Según un informe elaborado por la consultora Inrix, cada vehículo compartido quita de las calles a una veintena de coches privados. De triunfar, inevitablemente afectará a la filial del Volkswagen AG. “Su aplicación en España es limitada”, matiza el propio De Meo. Madrid y Barcelona son las plazas donde el éxito parece más probable. Y allí quiere estar Seat.

La automovilística española ya adquirió en febrero la start up Respiro, por el momento sólo disponible en la capital —Barcelona, mucho más conservadora en la regulación, anda retrasada–. Ahora, es el turno de su primer modelo enfocado al mercado, con reminiscencias al Renault Twizy.

El proyecto necesita todavía “dos o tres años” de desarrollo, por lo que todavía no hay previsiones de precio, volumen ni de dónde se fabricará. “Es el momento de trabajar para ser capaces de producir el modelo”, emplaza ahora De Meo.

“El coste debe ser el mínimo del mínimo, para que el carsharing sea rentable los coches deben ser muy sencillos”, desgrana. Nada de extras innecesarios: el Minimó, por ejemplo, no tendrá la capacidad para convertir la pantalla del automóvil en la del móvil.

El nuevo Minimó tendrá tecnología 5G y estará preparado para la conducción autónoma en el futuro. Tendrá 2,5 metros de largo y 1,2 de ancho; un total de 3,1 metros cuadrados que reducen ostensiblemente los 7,2 metros cuadrados de un vehículo tradicional.

Tirón de orejas a las autoridades

Luca de Meo también tiene tiempo para pedir a las administraciones que les acompañaran en el camino de la movilidad; y las españolas no es que saquen muy buena nota. Mientras Seat inverte el 10% de sus ingresos en investigación y desarrollo, España sólo destina el 1,2%; muy lejos del 3% de otros países europeos, como Suiza y Suecia.

«Lo que hoy hace fuerte al mercado automovilístico español puede ser que en 10 años ya no sirva», lamenta. Aquí, los deberes son para la patronal Anfac, que ya trabaja en un plan para abordar los retos futuros de la industria.

Carles Huguet

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp