Repsol supera los 1.500M de ahorro y se enfoca a 2025
La compañía responde a las pérdidas con un plan a dos velocidades: más recortes este año y un nuevo plan estratégico en 2021 para la transición energética
Repsol ha vivido el peor semestre de su historia, con pérdidas de 2.484 millones de euros. La crisis del coronavirus hundió el precio del petróleo y con él, las cuentas de las petroleras. Pese a los malos momentos que vive, la energética que dirige Josu Jon Imaz prefiere mirar hacia el futuro aunque sin olvidar el presente y el coste que tendrá la pandemia en su actividad y la economía.
La empresa trabaja a dos velocidades. Por un lado, se enfoca ya en una hoja de ruta a cinco años vista que ahondará en la transición energética y que verá la luz en noviembre, con la presentación del plan estratégico 2021-2025. Pero este 2020 es año de ajustarse el cinturón, por lo que Repsol ha incrementado sus planes de ahorro hasta superar los 1.500 millones.
El consejero delegado de la energética explicó este miércoles a los inversores que la compañía ha dado un paso más en el plan de resiliencia 2020 que presentó en marzo para hacer frente a la crisis. Ante “un entorno macroeconómico muy exigente para el resto del año”, con el barril de crudo Brent a un precio medio de 35 dólares”, planeó un recorte de 350 millones de gastos operativos y 1.000 millones de las inversiones previstas.
A cierre del segundo trimestre, Repsol decidió añadir 200 millones más a estos recortes, hasta los 450 en los gastos y 1.100 en las inversiones. Además, mantiene la optimización del capital circulante de 800 millones. El plan de resiliencia también tenía el objetivo de no incrementar la deuda neta y la compañía no solo lo logró sino que la ha reducido en 500 millones, hasta los 3.987.
El camino de Repsol hacia las cero emisiones
Estas son las medidas de eficiencia tomadas por Repsol para superar este bache, pero las previsiones de la multinacional que preside Antoni Brufau para 2021 son más optimistas. Espera no tener que ahondar en los recortes y poder enfocarse al futuro de 2050 con cero emisiones. El primer paso será un plan quinquenal que detallará en el último trimestre.
El plan estratégico llega unos meses tarde por la crisis de la Covid-19. Se tenía que presentar en mayo pero finalmente no se hará hasta noviembre. Sin embargo, el impacto de la pandemia no cambia su fondo ni la estrategia de Brufau, Imaz y toda la organización de profundizar en la transición energética pero sin olvidar la rotación de activos –estar en menos países pero siendo más rentable– y el dividendo.
Repsol ya ha iniciado su andadura hacia 2050 y este mismo año ha dado varios pasos. En abril lanzó Solmatch, la primera gran comunidad solar de España, y empezó la construcción de su primer parque fotovoltaico, ubicado en Ciudad Real, que tendrá una potencia instalada de 126 megavatios.
Repsol ha anunciado este jueves su entrada en las renovables en Chile con un proyecto de 1.600 MW
Este proyecto, Kappa, en el que invertirá 100 millones, es uno de los siete proyectos renovables de Repsol en la Península. El primer eólico, Delta, entre Zaragoza y Teruel, cuenta con una potencia instalada de 335 MW y se espera que funcione ya a finales de este año, tras una inversión de 300 millones. En Aragón tiene más proyectos pero el más reciente, iniciado este mismo mes, es Valdesolar, en Badajoz, con 264 MW y una inversión de 200 millones.
Y pese al golpe que reflejan los resultados, este mismo jueves, Repsol anunció otra inversión en renovables, que supone su entrada en el sector en Chile. La española ha llegado a un acuerdo con Ibereólica Renovables para desarrollar 1.600 MW en el país hasta 2025, con una inversión de 168 millones.
El plan estratégico tendrá otras patas. Imaz dio algunas pistas en febrero ante los analistas. Además de reducir la huella de carbono, quiere recortar también los países en los que Repsol está presente e incrementar el pago a los accionistas. En concreto, habló de una política de dividendos estable con opción de incrementos adicionales.