Prisa rechaza la oferta de Blas Herrero por ‘El País’ y la Cadena SER
Prisa ha desestimado la oferta tras analizarla en un consejo de administración extraordinario
Prisa ha comunicado su respuesta a la primera oferta del empresario Blas Herrero, dueño de Kiss FM, por hacerse con los activos de los medios de comunicación del grupo, o lo que es lo mismo, por controlar El País y la Cadena SER. Tras la reunión extraordinaria con carácter de urgencia del consejo de administración, la compañía presidida por Javier Monzón ha decidido rechazar la oferta del empresario asturiano. Pero todos coinciden en que este partido, en el que hay muchos intereses en juego, entre ellos los politicos, no ha terminado.
De momento, el conglomerado mediático considera insuficiente la propuesta de Herrero, que oscilaría entre los 150 y los 200 millones de euros. La respuesta pone tierra de por medio a las últimas horas frenéticas que se han vivido en la casa, desde que el miércoles por la noche apareciera en distintos medios el interés del dueño de Kiss FM por hacerse con el periódico más leído en España y la radio más escuchada. El no a Herrero no es oficial, pero está previsto que se comunique en las próximas horas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La noticia obligó al regulador bursátil a excluir de cotización a Prisa hasta que no esclareciera lo sucedido. La compañía presidida tardó cinco horas en enviar un hecho relevante, que posteriormente serían cinco, para lanzar un mensaje un tanto ambiguo: la oferta se analizaría pero no ha sido vinculante ni solicitada.
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La propuesta de Herrero movilizó al presidente no ejecutivo de Prisa, Javier Monzón, a convocar al consejo de urgencia, con el objetivo de abordar cuanto antes la oferta. Fuentes consultadas por Economía Digital cercanas a los implicados fueron señalando durante la jornada del jueves y a lo largo de este viernes la previsión de que esta primera oferta sería rechazada.
Toca esperar
La oferta, de entre 150 y 200 millones, no alcanza no solo todo el negocio de Prisa, que capitaliza 500 millones de euros pese al declive bursátil en el que está inmersa por la crisis del sector, sino que tampoco es suficiente por los activos deseados.
El segundo condicionante para el no momentáneo de Prisa es la situación que atraviesa la compañía. Quiere segregar el holding en dos sociedades, educación y medios, para que más tarde ambas coticen en deuda y tengan una participación «clonada» a la que ahora mismo tiene la sociedad matriz. Será solo más tarde, cuando la compañía se abra a nuevos socios, como ya se estudió con la compañía aragonesa Henneo, de la familia Yarza.
Prisa está en medio de su reconfiguración interna
Además, la situación financiera en Prisa es distinta desde la venta de Santillana en España. Los 465 millones de deuda conseguidos tras la compra del gigante finlandés Sanoma han dado oxígeno suficiente. Amortizarán parte de ese dinero para rebajar la deuda de los más de 1.000 millones a menos de 700.
Herrero se abre a la búsqueda de socios
El interés de un hombre como Blas Herrero, propietario de dos medios de comunicación con apenas influencias en el mundo editorial, ha sido un movimiento inesperado y difícil de descifrar para muchos. En la carta que envió al consejo de administración de Prisa, afirmó que su propuesta no pasaba necesariamente por hacerse con el control de Prisa Medios, ya que entraba con otros inversores, cuya identidad no quiso desvelar. También se abría a la posibilidad de que los socios actuales de Prisa entraran en su vehículo inversor, una sociedad creada ad hoc para esta operación.
Blas Herrero (izquierda), dueño de Kiss FM y posible nuevo inversor en Prisa, junto a Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid. EFE
En los mentideros del sector se barajan muchos nombres y la posibilidad de que Herrero únicamente sea la cara visible pero no aporte el músculo financiero. Se han dado muchos nombres, algunos más que conocidos en Prisa, como el de Juan Luis Cebrián, u otros más lejanos pero circunscritos al sector mediático, como Jaime Castellanos (ex Recoletos). No se ha confirmado el interés por parte de ninguno de ellos.
Los accionistas de Prisa: muchos intereses en juego
La operación ha sacudido el consejo de administración de Prisa y también el núcleo de accionistas, tanto el de históricos como el de nuevos inversores. Los intereses son distintos y bastante contrapuestos, como se ha ido demostrando en los últimos años. Los bloque siguen inamovibles: de un lado está el fondo activista Amber Capital y del otro, Banco Santander.
En el primer bloque está el vehículo inversor de Joseph Oughourlian, que tiene la mayoría accionarial y ha perdido mucho dinero en la compañía desde que entró en ella. Siempre ha querido buscar socios en el consejo, sobre todo en aquellos inversores con posiciones más financieras, pero pocas veces ha salido vencedor.
Nadia Calviño, vicepresidenta y ministra de Economía y Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica / EFE
Oughourlian no tiene ahora mismo interés por la división de medios de Prisa, pero sí lo tiene por Santillana, que en Latinoamérica, donde genera el grueso de negocio (ocho de cada 10 euros de la actividad de educación), sigue siendo de la compañía.
Del otro lado está el núcleo de los históricos. Lo encabeza Banco Santander, que pese a poseer un 4% de las acciones de Prisa es quien verdaderamente tiene mando en plaza: es uno de los principales acreedores, tiene pignoradas acciones de otros miembros históricos como los Polanco y tiene de su lado al propio presidente de Prisa, Javier Monzón, a la postre también presidente de la filial del banco digital de la entidad de Ana Botín.
Al Santander le ha acompañado Telefónica, que tiene un 9% de Prisa, en sus decisiones. Pero la compañía presidida por José María Álvarez Pallete vive una situación particular. Pese a que siempre han confesado que el activo está disponible para la venta porque la participación de una empresa del IBEX en un medio de comunicación no es natural, esta operación es distinta por todos los intereses que hay en juego.
¿Moncloa tiene la llave?
A nadie se le escapa que el cambio de propiedad del grupo de comunicación más influyente en España despierta el interés de todos los poderes, también el político.
En Moncloa no se ha producido ningún gesto que invite a pensar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene una posición clara sobre la oferta de Herrero, pero en el PSOE sí hay una parte que se mueve para obstaculizarla porque no la ve con buenos ojos.
La figura de Herrero se ve con recelo por su ambigüedad política. Es cierto que el empresario es próximo al PSOE de Asturias, su tierra natal, y en su día tuvo buena relación con José Calviño, padre de la hoy ministra de economía, Nadia Calviño.
Pero su influencia también llega hasta el Partido Popular, sobre todo el de Mariano Rajoy y Maria Dolores de Cospedal — su marido López del Hierro asesoró a Herrero en sus negocios inmobiliarios — , por lo que nadie tiene claro que la compra de El País y la SER se vaya a traducir en un mejor trato al poder desde Prisa.