La junta de Foment sella la paz con Cecot
La patronal aprueba el acuerdo entre Gay de Montellà y Antoni Abad para frenar la expansión territorial de la organización de Terrassa
Esta vez sí, se cierra el capítulo Cecot. El comité ejecutivo y la junta directiva de Foment del Treball aprobaron este lunes por la tarde la propuesta de Joaquim Gay de Montellà. Como adelantó Economía Digital, la patronal optó evitar el castigo y aprobó un acuerdo entre ambas partes que, si se cumple, conseguirá sellar la paz tras año y medio de hostilidades.
El acuerdo, cerrado la semana pasada entre Foment y la Cecot, establece que la patronal de Terrassa, así como sus gremios y asociaciones adheridas, no podrán hacer actividades comerciales fuera de su área de influencia, el Vallès. Los esfuerzos de la Cecot por captar socios en otras comarcas tensaron mucho sus relaciones con algunas territoriales de Foment, así como con Gay de Montellà.
«Cecot reforzará los controles de los actuales sistemas y procedimientos de promoción asociativa, particularmente en el ámbito de la imagen, para evitar confusiones entre la propia Cecot y sus organizaciones sectoriales», expresó Foment en un comunicado. El documento también precisa que la patronal presidida por Antoni Abad «reconoce la representatividad de las otras territoriales de Fomento en sus respectivos territorios».
En el ámbito institucional, la Cecot se compromete a cumplir las normas de funcionamiento en el ámbito territorial, aprobadas por la junta de Foment en abril de 2016. Es decir, que no podrá actuar a espaldas de la patronal a la que pertenece con reuniones con consejeros de la Generalitat o su fiesta anual en Barcelona.
Tensión rebajada
La junta de este lunes fue menos tensa que las últimas en las que se dirimió el asunto Cecot. En la de antes de Navidad, se produjo una rebelión contra la propuesta de Gay de Montellà de suspender un año a la Cecot, por lo que retiró su propuesta y se acordó volver a negociar. Y en la que decidió las normas de actuación territorial, en abril del año pasado, algún empresario, entre ellos Abad, abandonó la sala antes de terminar la reunión con un enfado evidente.
Esta vez, ambas partes en conflicto llegaron con un acuerdo prefijado que recibió el apoyo mayoritario de los órganos de gobierno de Foment. No se esperaba sorpresa y no la hubo. Así, la patronal consiguió por fin cerrar un conflicto interno que se abrió hace año y medio, tras quejas de las territoriales y el hartazgo de Gay de Montellà por los posicionamientos políticos de Abad y el traslado de su cena anual a Barcelona.
La Cecot llegó a estar a un paso de la expulsión cuando, en diciembre, Gay de Montellà propuso la suspensión durante un año. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por una cúpula de Foment que prefería mantener la unidad y ponerla por delante del castigo a la indisciplina.
La hora de cumplir los acuerdos
Ahora el reto, y la duda, es si la Cecot cumplirá los acuerdos. En abril del año pasado, tras meses de deliberación, Foment intentó cerrar el caso con la aprobación de las normas territoriales. Sin hacer referencia a la patronal de Terrassa, eran un claro mensaje a la única organización que había perturbado la convivencia de las pequeñas patronales catalanas.
No obstante, Abad y sus asociados hicieron caso omiso. Las quejas de las territoriales continuaron y la Cecot volvió a organizar su cena en la capital catalana en lugar de hacerla en Terrassa, donde tiene la sede. Esta vez, tras firmar el acuerdo, se espera que se lo tome en serio. El tiempo dirá.