Gay de Montellà da el primer paso para expulsar de la patronal catalana a los socios soberanistas
La tensión entre Foment del Treball y CECOT alcanza niveles desconocidos y provoca la inclusión en el orden del día del próximo comité ejecutivo el "análisis" del posible incumplimiento de los estatutos por parte de la entidad comarcal
La bronca entre las patronales catalanas por el proceso de separación de Cataluña, que arenga Artur Mas, alcanza niveles de tensión desconocidos hasta la fecha. Podría ir a más e incluso provocar un cisma. Por ahora, Foment del Treball –brazo de la CEOE— da el paso más osado desde que, en 2010, se activó la hoja de ruta independista. Joaquim Gay de Montellà ha incluido como cuarto punto del orden del día del próximo comité ejecutivo, que se celebra el lunes, el análisis de si la entidad asociada CECOT ha «violentado los estatutos».
CECOT es una patronal comarcal con base en Terrassa (Barcelona). Su presidente, Antoni Abad, mantiene posiciones políticas calcadas a las que defiende Mas. Mientras Foment aguanta firme el discurso del «diálogo» y advierte de las consecuencias económicas de una ruptura unilateral con España, guión de las grandes corporaciones, los empresarios locales de CECOT dan cancha a los aires soberanistas y presionan a Gay de Montellà desde fuera de la patronal.
La gota que colma el vaso
La discusión no está en que ambos patronos representan opciones contrarias. El hombre de Juan Rosell en Cataluña se queja de que Abad no expresa sus diferencias en los órganos de debate interno. En cambio, no duda en quejarse en medios de comunicación y otros ámbitos públicos. La gota que colmó el vaso cayó el 1 de septiembre. Aquel día, Foment publicó una nota en la que advertía de los riesgos de la «tensión política» del momento. Abad no dijo «ni una sola palabra» cuando se debatió en el anterior comité ejecutivo, según las fuentes consultadas.
Tras hacerse público el comunicado, sí desplegó un auténtico «plan de medios», relatan las fuentes, que incluyó entrevistas en todas las televisiones catalanas para criticar el posicionamiento de Foment. Esta doble cara habría agotado la paciencia de Gay de Montellà, que en cambio considera normal que las instituciones tengan debates internos y que, incluso, éstos se conozcan. Así ha sucedido, por ejemplo, con el Círculo de Economía.
Oficialmente, el punto del orden del día se ha introducido con la excusa de frenar los excesos corporativos de CECOT. En paralelo al conato soberanista, la patronal comarcal inició una suerte de conquista territorial. Ha activado la captación de socios fuera de su demarcación, incluida la propia ciudad de Barcelona. Este acto de «competencia desleal» –así lo llaman los históricos de Foment— acomoda la guinda en los premios anuales de CECOT. Los galardones se celebraban tradicionalmente en Terrassa, pero ahora se entregarán por segundo año en la Ciudad Condal.
«Mejor fuera que dentro»
Los gestos de Abad subyacen, por tanto, al debate político y no está solo. El empresario egarense tiene cuatro aliados: Maria Cinta, próxima al consejero de Sanidad, Boi Ruiz, y que representa la Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA); Maria Rosa Eritja, presidenta la Confederació del Comerç, Joaquim Llansó, de la Cambra de Contractistes; y Jordi Solé, de la Associació d’Empresaris de l’Alt Penedès. En círculos patronales se interpreta el próximo comité ejecutivo como una llamada de Gay de Montellà al orden.
Por tanto da un primer paso, significativo, y concentrado en la CECOT cuyas consecuencias son imprevisibles si no surge efecto. De hecho, en su círculo de confianza ya deslizó hace pocos días un descriptivo «así, mejor fuera que dentro». Fue un comentario espontáneo, señalan quienes le escucharon, pero «significativo», explican las mismas fuentes.