Foment logra que Fepime vuelva a las mesas de negociación
El TSJC suspende cautelarmente el decreto de Felip Puig que reformaba la representatividad de las organizaciones empresariales. Fepime ya ha reclamado recuperar su representación
Foment del Treball ha ganado otra batalla en la guerra patronal que se libra en Cataluña. La organización que preside Joaquim Gay de Montellà ha recibido de nuevo el espaldarazo de la justicia en su lucha contra las decisiones del anterior conseller d’Empresa i Ocupació, Felip Puig, que echó a Fepime de las mesas de negociación con el Govern y los sindicatos.
El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha suspendido cautelarmente el decreto del Govern del 15 de septiembre de 2015, con el que Puig, a doce días de las últimas elecciones catalanas, reformaba la representatividad de las patronales. El decreto pedía a las organizaciones que demostraran a cuantas empresas representaban cada una, y mientras lo hacían, estableció una representatividad de 50% y 50% para Foment y Pimec.
Dos cautelares
Dos meses antes, en julio, el Govern ya había retirado a Fepime, patronal de pymes vinculada a Foment, la cualidad de organización más representativa, pero el decreto de reforma de septiembre era la puntilla, ya que negaba la posibilidad de demostrar su representatividad a cualquier patronal que dependiera de otra. Es decir, a Fepime.
Foment recurrió ambas decisiones y en enero, el TSJC ya suspendió cautelarmente la retirada de la cualidad de organización más representativa de Fepime. Sin embargo, la organización no la ha recuperado en la práctica porque las mesas, como las del Consell de Relacions Laborals y el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), ya se habían constituido de acuerdo con la reforma, es decir, con el 50-50 para Foment y Pimec.
Vuelta atrás
Ahora, la suspensión de la reforma de la representatividad obliga a volver a la situación anterior, en la que Foment tenía un 60% de representación, Pimec un 25% y Fepime un 15%, según han explicado fuentes de la patronal de pequeñas y medianas empresas de Foment.
Por ello, Fepime ya ha pedido volver a sentarse en las mesas de las que fue expulsada, como la del SOC, una de las más importantes. La presidenta de Fepime, María Helena de Felipe, ha pedido por carta a la nueva consellera de Treball, Dolors Bassa, recuperar su estatus y que se nombre de nuevo a sus miembros en las mesas de concertación social.
Conversaciones
Aunque espera respuesta, la organización está convencida de que, con la suspensión, el Govern debe aceptar su reclamación. Además, ve buena predisposición en Bassa para buscar el consenso y la paz patronal. No obstante, falta saber cómo se articulará el retorno de Fepime al diálogo social.
Las mesas de negociación que se han constituido sin Fepime, como el consejo de dirección del servicio de empleo catalán, están con Foment y Pimec al 50%, aunque los miembros de Foment no están nombrados, como muestra de protesta de la patronal.
Ahora habrá que reconstruirlas con la configuración antigua, lo que obligará al Govern a mover sillas o a ampliar el consejo. Foment del Treball está en conversaciones con Treball para desencallar esta situación y ver cómo se articula la vuelta de Fepime a las mesas.