Todó se negó a rebajarse el sueldo como le pidió el FROB
El FROB deja en evidencia a Adolf Todó al declarar ante un tribunal que se negó a rebajarse el sueldo cuando le advirtieron de que era demasiado elevado
Adolf Todó se negó a rebajarse el sueldo cuando era el primer ejecutivo de Catalunya Caixa pese a que el FROB le advirtió que estaba por encima de la media del sector. Así lo manifestó este jueves el director financiero del FROB, Leopoldo Puig Turégano, durante el juicio por los sueldos de la cúpula de la mencionada caja que se realiza en la Audiencia de Barcelona.
En su declaración como acusado, Todó afirmó que ni el Banco de España ni el FROB, que depende del anterior, le exigieron un recorte de su sueldo a raíz de la nacionalización de Catalunya Caixa. Sin embargo, Puig Turégano le dejó en evidencia. Declaró ante el tribunal que lo juzga que, en noviembre de 2011, le advirtieron que algunos de los conceptos de su sueldo como la pensión o la indemnización por cese eran “comparativamente elevados” con respecto a los del sector.
Según informa El Periódico, Puig Turégano afirmó que Todó aceptó reducir algo su retribución variable, pero se negó a recortar el importe del resto. Por este motivo, indicó que no llegó a un acuerdo.
Recorte por decreto ministerial
Un año después, se recortó el sueldo a Todó, pero no fue por propia iniciativa, sino a consecuencia del decreto del entonces ministro Luis de Guindos que ponía limites a las entidades financieras participadas por el FROB.
La defensa de Todó ha mantenido durante todo el juicio que cuando se acordó el sueldo de Todó no había ninguna normativa legal que lo limitase. Por este motivo, argumentó que si no hay ley que lo prohíbe, no puede haber delito.
Todó pasó de cobrar cerca de 700.000 euros en 2008 a 1,36 millones en 2010. Durante estos años, los beneficios cayeron en picado: un año antes de su subida salarial, en 2007, alcanzaron los 493 millones de euros, pero en 2009, se redujeron a 77. El FROB aportó a Catalunya Caixa 12.700 millones de euros, antes de la que se la quedara el BBVA.
Jaume Massana, que fue número dos de Todó, intentó echarle un capote. En su declaración como testigo, señaló este jueves que la entidad era solvente cuando en 2008 se aprobó la política de sueldos. Masana no está acusado porque no tomó parte en las reuniones en las que se decidieron los aumentos salariales de la cúpula.
La fiscalía pide cuatro años de cárcel para Todó y otros cuatro para el expresidente de la entidad Narcís Serra. También se les reclama que abonen al FROB más de 2,5 millones de euros.