Narcís Serra llama “acercamiento por etapas” al incremento de sueldos
Narcís Serra justifica el incremento del sueldo de la desaparecida Catalunya Caixa en que estaban convencidos que la entidad era “solvente”
Narcís Serra se sacudió de encima cualquier culpa en el caso de los sobresueldos de la cúpula directiva de la desaparecida Catalunya Caixa. En su declaración este jueves como acusado en la Audiencia de Barcelona, el expresidente de la entidad se escudó en que el Banco de España conocía las remuneraciones y en que estas se ajustaban a la “mediana” del sistema financiero.
Cuando el fiscal Fernando Maldonado le preguntó si los sueldos fueron “ratificados” por el Banco de España, Serra declaró literalmente “yo creo que sí”. Posteriormente añadió que “esto lo sabía el Banco de España segurísimo” porque la comunicación era “fluida”, aunque sin precisar si constaba en los escritos que les enviaron. También indicó que las remuneraciones eran conocidas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y por la Generalitat.
Recalcó que, cuando se fichó a Adolf Todó como secretario general y a Jaume Masana como su segundo, se tomó la decisión de que sus sueldos estuvieran en la “mediana” del sistema financiero. Incluso precisó que no se refería a la “media”, sino a la “mediana”, para el cálculo de la cual se excluyen las entidades mas grandes y las más pequeñas.
Justifica el incremento salarial por “etapas”
“Yo no propuse ninguna subida salarial para Todo, sino que su salario estuviese en la mediana del sector financiero”, insistió Serra. Entonces el fiscal le espetó “¿¡pero esto es una subida!?”. Serra contestó que era “es un acercamiento por etapas” al salario mediano que, según dijo, indicaban los estudios encargados.
Cuando se realizaron estos incrementos salariales o “acercamientos por etapas” de Todó y Masana, Cataluña Caixa se encaminaba al naufragio. Los activos se depreciaban y la morosidad doblaba la media de las entidades financieras catalanas, tal como apuntó con datos el ministerio fiscal.
Sin embargo, Serra aseguró que estaban “convencidos” de la viabilidad de Catalunya Caixa. Añadió que también estaba convencido el Banco de España así como el FROB porque, en caso contrario, no les hubiera facilitado una financiación de 1.700 millones. Al final, el Estado gastó más de 12.000 millones para tapar el agujero de Catalunya Banc, la entidad que surgió de la fusión de Catalunya Caixa, Caixa Manresa y Caixa Tarragona. Finalmente fue absorvida por el BBVA.
Serra no niega las cifras del fiscal
“No niego las cifras”, indicó Serra sobre la lluvia de datos del fiscal sobre el hundimiento de la entidad, poro insistió en que “las decisiones en el año 2010 las tomamos con el apoyo del Banco de España, que nos consideraba económicamente solventes. Creían que superaríamos la crisis”.
El fiscal Maldonado apuntó que el Banco de España podía considerar que era mejor insuflar dinero que dejar caer la entidad. Sin embargo, Serra no se movió de su versión durante las tres horas de su declaración judicial.
Serra señaló que, como presidente, no tenía funciones ejecutivas. Sin embargo, añadió que desde su nombramiento en 2006 “vi que era conveniente cambiar el rumbo de la entidad” porque “la caja sólo crecía a costa de hipotecas. Deduje que esto no era sostenible a medio plazo. Me moví para que lo entendieran”, aseguró. Sin embargo, está claro que no se movió lo suficiente.
Desde 2007, Serra cobró un sueldo de 175.000 euros brutos anuales más dietas. En total, durante los dos siguientes años superó los 260.000 euros anuales.
El sueldo de Todó era mucho más elevado. Recibió al inicio una retribución fija anual de 600.000 euros, que luego se aumentó. Además tenía derecho a una retribución variable del 35% del total condicionada al cumplimiento de objetivos. Su cláusula de prejubilación le permitía cobrar, de los 60 años a los 67, una renta mensual del 90% de su sueldo. A partir de entonces recibiría una renta vitalicia del correspondiente al 80% de lo recibido los 12 meses anteriores.
La fiscalía les pide para Serra y Todó una pena de cuatro años de cárcel. El juicio proseguirá la próxima semana con la declaración de Todó y del resto de acusados.