El incendio desata la solidaridad: De Mercadona y El Corte Inglés a micropymes, fallas y colegios

Las grandes empresas próximas al incendio reaccionaron a los minutos del suceso mientras las iniciativas populares se vieron sobrepasadas en 24 horas por la avalancha solidaria de los vecinos

Ramos de flores y un crespón negro en el colegio de uno de los niños fallecidos en el incendio de Campanar, en Valencia. Foto: EFE

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La solidaridad valenciana ha corrido más que el fuego por la fachada del trágico incendio del edificio de FBEX. Grandes empresas, micropymes, fallas, colegios y asociaciones de todo tipo se han volcado sobre las primeras necesidades. Las iniciativas populares se han visto sobrepasadas por la oleada de generosidad de los vecinos.

Las dos grandes empresaras que reaccionaron más rápido fueron las que tuvieron el incendio más cerca. En la misma avenida General Avilés donde está el edificio incendiado se encuentra Mercadona e Hipercor, de El Corte Inglés. El supermercado está en la manzana de al lado de los bloques incendiados con un parque en medio que les separa.

El jardín es lo suficientemente grande como para que en el puerta de supermercado se instalara el centro de mando. Está alejado del fuego pero el supermercado se quedó dentro del perímetro de seguridad. La opción de la cadena de Juan Roig desde el inicio del incendio fue no bajar la persiana.

Desde esta tienda se suministró, fundamentalmente, agua para beber por parte de todo el operativo para apagar el fuego. También comida. En Mercadona aseguran al preguntarles que han hecho «lo que tocaba».

Misma respuesta tuvo El Corte Inglés. El primer problema con el que se encontraron los vecinos desalojados es que se bajaron con lo puesto y eso significó que no tenían ropa de abrigo. A 450 metros, también en la avenida General Avilés, se encuentra Hipercor Ademúz, de El Corte Inglés. Minutos después de iniciarse el desalojo aportaron prendas de abrigo para los vecinos que habían bajado a la calle sin mirar atrás.

Además, desde El Corte Inglés se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de Valencia para amueblar los pisos donde se alojarán los afectados por el incendio. La alcaldesa de Valencia, Maria José Catalá, ha ofrecido un edificio de 131 viviendas de dos y tres habitaciones en el barrio de Safranar. Antes de esta decision, SH Hoteles ya ofreció su hotel para que todos los afectados tuvieran donde dormir.

A petición de empleados y clientes de El Corte Inglés, se ha instalado en la planta baja de Hipercor Ademúz un punto de recogida de alimentos y enseres para los vecinos afectados. Esta acción, la realiza El Corte Inglés con la coordinación del Ayuntamiento de Valencia.

En paralelo con las grandes empresas, microempresas, asociaciones vecinales y colegios de la zona han desatado una imparable ola de solidaridad que ha desbordado los recursos. A las 12 horas de ayer, cuando los vecinos se concentraron en la rotonda del edificio incendiado para guardar un minuto de silencio que acabó con sonoros aplausos, la búsqueda de voluntarios se centraba en las labores de clasificación de todas las donaciones.

Solidaridad espontánea

Tres horas después del inicio del incendio, desde el centro Valientes, ubicado a pocos metros del incendio y dedicado a desarrollar la inteligencia emocional de los niños y dotarles de herramientas de habilidades sociales, empezó a ver cómo la solidaridad espontánea saturaba su local. «No necesitamos nada más», dijeron sobre las 21.30 cuando se producían todavía explosiones con llamaradas de fuego en el edificio incendiado.

El hospital «Auna Especialidades Veterinarias» se ofreció para tratar a los animales. El Dojo Hikari Valencia puso a disposición sus duchas para los afectados que se habían quedado sin casa. Lo mismo hizo el gimnasio Kurago de Maestro Rodrigo. Iniciativas de este tipo brotaron entre los pequeños comercios y negocios de la zona.

Los seguros también reaccionaron. Mapfre abre todo este fin de semana su oficina en Valle de la Ballestera, 17 para asesoramiento y apoyo psicológico a los afectados sean clientes o no. Iniciativas similares han tenido otras compañías pequeñas como Senda CS&M Correduría de Seguros.

Además de las empresas, las fallas de la zona se pusieron también desde las primeras horas a canalizar la solidaridad. El viernes arrancó una iniciativa de captación de donativos. El objetivo fue recaudar 10.000 euros. Por la noche se estaba rozando ya los 50.000 euros. A las 20 horas de ayer, más de 3.300 vecinos habían donado 89.507 euros.

La falla Maestro Rodrigo – General Avilés, la más próxima al incendio, sacaba después del minuto de silencio convocado ayer a mediodía decenas de bolsas y cajas de donaciones mientras mandaban mensajes de whatsapp para frenar la avalancha de donaciones que seguía llegando.

Parte de la solidaridad que ha brotado en el barrio de Campanar se canalizó a través de los grupos de whatsapp de las clases del colegio Jesuitas, muy próximo al edificio incendiado y con alumnos que han perdido su hogar. Además del apoyo en todo aquello que puedan necesitar, Colevisa, encargada del comedor del colegio ha preparado en las instalaciones de Jesuitas las comidas que se han ofrecido a los afectados.

La premisa que con mayor insistencia se repite entre las madres y padres de este centro es que la labor de coordinación de la solidaridad corresponde al Ayuntamiento de Valencia, para lo que se recuerda el correo electrónico habilitado al respecto: ayudasincendio@valencia.es . Pasadas las primeras horas posteriores al incendio, la voluntad de la comunidad educativa de Jesuitas Valencia es ayudar y acompañar a los afectados en aquello en lo que se pueda ser de utilidad.

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