El supuesto contable de Zaplana desconfía del testimonio del testaferro Barceló
Para Francisco Grau, Joaquín Barceló confesó ser el testaferro por la amenaza de ir a prisión
Francisco Grau, conocido como el presunto contador o gestor de la supuesta red corrupta del caso Erial, que también involucra al expresidente de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana, ha afirmado este jueves que Joaquín Barceló, el testaferro y amigo de ambos, le comunicó ayer que fue «forzado a confesar».
Durante la cuarta sesión del juicio del caso Erial, que trata sobre presuntas coimas en las concesiones de ITV en Valencia y parques eólicos, Grau ha rechazado la afirmación de Barceló de que le entregó cinco millones de euros en efectivo para llevarlos a Andorra, como el testaferro confeso afirmó el día anterior.
Figura clave del caso Eiral
Grau, quien es abogado, asesor fiscal y profesor de Economía en la Universidad de Alicante (suspendido desde su detención y posterior jubilación), está siendo señalado por los investigadores del caso como un actor esencial en la estructura societaria diseñada para repatriar fondos ilícitos a España.
Al igual que Barceló y Zaplana, pasó cerca de nueve meses en prisión preventiva y la fiscalía solicita una condena de 8 años de cárcel por asociación ilícita y lavado de dinero.
La amenaza de la prisión
Cuando el fiscal le preguntó si tenía alguna explicación sobre por qué Barceló afirmó ayer ser testaferro de Zaplana y le adjudicó a él el papel de contador de la trama corrupta, Grau respondió: «Estamos bajo la amenaza de una posible sentencia de prisión, eso es lo que pesa sobre nosotros».
«Barceló y yo estuvimos unos meses en una misma celda, sabemos lo que se sufre, además sabemos lo que se sufre cuando estás solo, porque yo luego me fui (a la prisión) de Alicante y él se quedó (en Picassent). En diciembre -2018- me dijo que él no iba a volver a prisión, que iba a hacer lo que hiciese falta para que no volver».
«También dijo ayer Barceló que no pertenecía al PP, pero estuvo en la ejecutiva del partido Benidorm. Lo estuvo hasta que fue detenido y el partido lo dio de baja», ha agregado.
Luego ha puntualizado que Zaplana “ha perdido ya su reputación y lo que yo pueda decir… pero lo que no he vivido no lo puedo decir, así que yo decido no conformarme. Ayer, cuando acabó la declaración, Barceló me dijo que le habían obligado a hacerlo», es decir, a confesarse responsable de haber actuado como testaferro y gestor de bienes y fondos pertenecientes realmente a Zaplana.
La trama de la sociedad Imison
Sobre la sociedad Imison, que según los investigadores fue constituida en Luxemburgo por varios miembros de la familia Cotino (Sedesa) para abonar el soborno por la adjudicación de las ITV, Grau ha asegurado que Barceló le dijo que «había unos señores que querían invertir en España a través de una sociedad luxemburguesa, me dieron el teléfono del director financiero de Sedesa, que me ilustró sobre el origen de esos fondos».
«Este señor (directivo de Sedesa) me dio el teléfono de Beatriz García Paesa y me puse en contacto con ella», ha puntualizado. Este acusado ha admitido que uno de los días que se reunió con la sobrina del espía Francisco Paesa también se reunió con Eduardo Zaplana en Madrid, pero ha subrayado que son «sucesos estadísticamente independientes», que aprovechaba el viaje para ver a varios clientes y «repercutir el gasto», porque «entonces no había AVE barato y una jornada en Madrid, comida y merienda-cena, podía subir a 500 euros».
Gracu ha explicado que la sociedad que canalizó las inversiones de Imison en España fue Medlevante, una empresa que, según ha asegurado, constituyó Joaquín Barceló, aunque poseía menos del 2 %. «El resto era de los hermanos Cotino».
El interrogatorio a Grau ha sido intenso y complicado, tanto por la abundancia de fechas y documentación que se le ha exhibido como por la vehemencia y rodeos en las respuestas del procesado, que han propiciado la intervención conciliadora, y para solicitar aclaraciones del presidente del tribunal en varias ocasiones.