Susana Camarero avisa a las patronales: «Cualquier subvención nominativa hay que volverla a negociar»
La prórroga presupuestaria deja sin ayudas públicas garantizadas tanto a las patronales sectoriales como a la CEV mientras se empieza a asumir que todo lo que no tenga que ver con la DANA recibirá menos recursos
Antes de que llegar la DANA el pasado de 29 de octubre, los presupuestos de la Generalitat Valenciana estaban ya hechos en previsión de que el 31 de octubre se iban a presentar. En aquel texto estaba la negociación que las patronales habían realizado para mantener, en algunos casos, sus subvenciones. Otros pretendían aumentar el dinero público percibido y otros temían reducción de recursos. Ahora aquellas cábalas son papel mojado y toca volver a negociar porque el presupuesto de 2024 se ha prorrogado para 2025.
Así lo confirmó ayer Susana Camarero, vicepresidenta y portavoz del Consell, que, a preguntas de Economía Digital, explicó: «En cualquier presupuesto que se prorrogue, las nominativas decaen y, por tanto, hay que ir renegociando aquellas nominativas que haya que mantener». No entró Camarero en detalles de si caerán las ayudas a la patronal CEV, a las sectoriales o a los sindicatos.
La duda está encima de la mesa: «Sobre cualquier nominativa que hubiera en el presupuesto de 2024 hay que volver a negociar«. La postura, según confirman dos grandes patronales sectoriales, ya se temía. Tal y como ha podido comprobar Economía Digital, incluso delante de Marián Cano, la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, se ha reconocido por parte de algunos dirigentes patronales que las subvenciones para 2025 están repletas de incertidumbre.
Marián Cano, sin ser su consellería la «pagadora» de todas las subvenciones, es la que mayor contacto tiene con los sectores productivos y dado su pasado en el calzado es altamente conocedora de la función que tienen las ayudas públicas. La directriz inicial de Carlos Mazón es «dejarlo todo como está» pero las necesidades de la DANA llevan, previsiblemente a cambios.
El presidente de una de las patronales menos afectada por la DANA y que más dinero público recibe asume: «No podemos contar en 2025 con la subvención porque hemos sufrido una DANA». No da por perdida la subvención pero ni mucho menos tiene la seguridad de que la percibirá.
«El objetivo tiene que ser salir hacia delante tras la DANA por lo que las prioridades tienen que cambiar», explica otra gran patronal, esta sí afectada por la catástrofe natural en muchas de sus empresas, y que reconoce notable incertidumbre.
Más lejos de la zona cero, la afección que tendrá el reparto de subvenciones a patronales sectoriales e incluso provinciales será una de las cuestiones críticas tras la vuelta de la Navidad, ya que el punto de partida que ha señalado el gobierno valenciano es todas las subvenciones, sean de un millón de euros o inferior, están sujetas a revisión y a volver a negociarse.
Tal y como contó Economía Digital los días previos a la DANA, las principales patronales sectoriales que hay en la Comunidad Valenciana con Femeval en Valencia, Fempa en Alicante y Ascer en Castellón.
En el caso de Femeval, la expansión de la patronal dirigida por Vicente Lafuente cogió velocidad tras la pandemia. En los dos últimos años ha disparado un 25% sus ingresos por cuotas mientras ejecuta una OPA a todo lo que rodea al metal, desde la industria hasta el comercio pasando por los servicios. Los ingresos de Femeval por cuotas en 2023 se elevaron hasta los 1.728.702,23 euros, lo que supone más de 200.000 euros más que los registrados en 2022, que se situaron en 1.506.899,14 euros.
Según las cuentas prepandemia, los ingresos por subvenciones de Femeval se situaban en 710.336,08, cifra que avanzó hasta los 782.669,34 en 2020, superó el millón de euros en 2021 (1.071.863,43 euros) bajando en 2022 hasta los 794.343,27. En 2023 casi duplicó las cifras de dos años antes llegando a los 1.991.307,13 euros.
En caso de la patronal alicantina del metal, Fempa, en 2021 recibió 4.142.382 euros de subvenciones. En 2022 presentó un presupuesto en el que preveía cobrar 2.817.000 euros pero los ingresos por subvenciones se desplomaron más de un 40% que lo previsto, quedándose en 1.613.600.
Progresión inversa ha tenido la principal patronal de la provincia de Castellón, Ascer, que en 2019 tenía subvenciones por valor de 87.000 euros. Para 2021, los presupuestos ya se marcaron alcanzar el 1.101.500 euros en subvenciones. Cifras similares son las presupuestadas para 2022 (1.101.500), 2023 (1.119.000) y 2024 (1.178.800), aunque sólo del Consell este año ha recibido Ascer 1,6 millones de euros.
La prórroga presupuestaria deja sin ayudas públicas garantizadas tanto a las patronales sectoriales como a la CEV mientras se empieza a asumir que todo lo que no tenga que ver con la DANA recibirá menos recursos